XXII Umbridge

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—A los nuevos— dijo Dumbledore con voz sonora, los brazos abiertos y extendidos y una radiante sonrisa en los labios— les digo: ¡Bienvenidos! Y a los que no son nuevos les repito: ¡Bienvenidos otra vez! En toda reunión hay un momento adecuado para los discursos, y como este no lo es, ¡Al ataque!
Todos rieron y la comida y bebida apareció magicamente en todas las mesas. El hambre se me había esfumado por completo y solo quería llorar.
—________...
—No, Draco. No es momento para lo que sea que quieras decirme.
Levanté la mirada y vi hacia la mesa de Gryffindor donde estaban mis amigos. Todos me veían con ojos tristes y el entrecejo fruncido. Mi mirada se fue hacia la derecha, encontrándose con la de Fred.
Me hizo un gesto para salir del comedor y quise seguirlo, pero una mano me agarró fuerte de la muñeca.
—No te atrevas— amenazó el rubio.
Me solté de su agarre y corrí hacia el exterior del salón.
Fred me vio con asco y el pecho me empezó a doler.
—No me mires así, por favor.
—¿Tú sabías que pasaría esto?— preguntó serio.
—¡Claro que no, Fred! Lo último que quiero ahora es cambiarme de casa, mucho menos si se trata de Slytherin. Debe haber un error.
—Claro que hubo algún error. Hay que hablar con Dumbledore.
Me tiró del brazo intentando entrar al gran salón pero lo detuve.
—Fred...déjame a mi arreglar esto. Es nuestra primera noche acá y no quiero arruinarsela a nadie.
—Eso no es lo importante, Preciosa. ¡Te están alejando de nosotros! Y no quiero pensar que sea a propósito, pero apuesto que Draco tiene algo que ver.
—Yo también lo pienso así.
Mi mente empezó a pensar en algo sospechoso y de repente lo recordé.
Dejé un beso en la mejilla de Fred y corrí dentro del comedor, deteniendome frente a Draco.
—Esto es tu culpa.
—¿De qué hablas, niña loca?
—Tu sabes exactamente de qué hablo
—No
—"Bien dicho Draco, pero tú trabajo por ahora es encargarte de que Dumbledore cumpla con su parte del trato" Eso lo dijo tu padre esta mañana ¿Es a esto a lo que se refería, verdad?
—__________, ahora estamos todos juntos. ¿Por qué no me agradeces?
—Yo estoy muy feliz de que estés acá—dijo Juliana intentando abrazarme, pero me quité.
—Son las personas más horribles que conozco, son unos egoístas.
En ese momento Dumbledore se puso de pie de nuevo y el gran comedor se quedó silencioso.
—Bueno, ahora que estamos dirigiéndose otro magnífico banquete, les pido un instante de atención para los habituales avisas de principio de año—anunció el director—. Los de primer año deben saber que los alumnos tienen prohibido entrar en los bosque de los terrenos del castillo, y algunos de nuestros antiguos alumnos también deberían recordarlo. El señor Filch, en conserje, me pidió y según dice ya van cuatrocientas sesenta y dos veces, está prohibido el uso de magia en los pasillos.
》Este año hay dos cambios de profesores. Estamos muy contentos de dar la bienvenida a la Profesora Grubbly Plank, que se encargará de las clases de Cuidado de Criaturas mágicas; también nos complace enormemente presentarles a la Profesora Umbridge, la nueva responsable de Defensa contra las artes oscuras.
Hubo un educada pero no efusivo aplauso, durante el cual las miradas de Harry, Hermione y Ron cruzaron con la mía.
—Las pruebas para los equipos de quidditch de cada casa tendrán lugar en...
Se interrumpió e interrogó con la mirada a la Profesora Umbridge.
—Gracias, señor director— empezó la Profesora Umbridge con una sonrisa tonta—Por esas amables palabras de bienvenida.
Después dejé de prestarle atención, la cabeza me dolía y tenía muchas ganas de llorar, minutos después, todos se levantaron y empezaron a salir del salón.
Vi a Hermione y Ron corriendo, pero también a Harry caminando solo, intenté alcanzarlo pero los de primer año se metieron en medio y no pude pasar.
Antes de que Draco y sus amigos me encuentren decidí subir a la torre de astronomía para tomar un poco de aire.
—¡Alohomora!— apunté con mi varita al candado y este se abrió.
Entré y vi una silueta alta que veía hacia la noche.
—Oh, Hola Cedric ¿Qué haces aquí?
—__________...solo quería tomar un poco de aire. ¿Tú que haces acá?
—Vine a hacer lo mismo, pero creo que debo irme.
Me di la vuelta para salir, pero su voz me interrumpió.
—Así que ahora eres una serpiente ¿no?
—¿Perdón?
—Oh, no. No me refería a ti, si no a qué esa es tu casa ahora.
—Seguramente hubo algún error. No creo que sea mi casa.
—Es la primera vez que pasa algo así ¿Supongo que todos cambiamos, no? Pero no suelen cambiarnos de casa solo por eso
—Lo sé, pero supongo que no debo preocuparme. En cuánto pueda hablaré con Dumbledore
—Si...
—Bueno, Adiós Cedric.
—___________...
—¿Si?
—Siento mucho lo que pasó el año pasado
—No quiero hablar de eso
—No, es en serio.
—Yo también hablo en serio Cedric. Me lastimaste y lo presumiste con todos, incluso cuando casi te asesinan yo me preocupé por ti y tú ni siquiera me agradeciste.
Salí lo más rápido que pude de la Torre y empecé a caminar rápido. Los pasillos estaban vacíos y las pinturas se empezaban a alistar para dormir. Cuando al fin pude llegar a la escalera de mármol que descendían a la salida del bestíbulo, me puse a pensar "Mierda, no se la contraseña" y con la esperanza de encontrar a un compañero empecé a Bajar las escaleras de piedra que conducen a las mazmorras.

Always (Draco Malfoy y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora