Capítulo XVI

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Las cosas estaban tensas entre ambos, Diamond estaba furiosa y su abuelo también. Ambos se fulminaban con la mirada sin decir una palabra.

—Padre— la voz de la madre de Diamond interrumpió el pesado silencio que se había implantado en el salón—, ya ha pasado un tiempo de todo eso. Por favor, concédele ese único deseo a Diamond. Después de todo, ella tiene razón, no es su culpa el no ser una ninfa pura.

El señor Océano miró a su nieta con el ceño fruncido. Ella ya no le miraba, ahora había desviado su vista hacia un lado y cruzado los brazos.

—¿Seguirás resistiéndote a vivir aquí?— le preguntó su abuelo y ella le miró.

—No me quedaré aquí, vine de vuelta al Mar sin Fin por un motivo, no puedo quedarme.

—Bien, entonces despertaré a esa chica y te irás de Eredrish, no quiero volver a verte nunca ¿Entendido?

—No se imagina lo feliz que me hace eso— dijo sonriendo de forma plástica.

—Mañana cuando suba la marea haremos lo que tengamos que hacer.

—Bien —dijo ella y salió del lugar.

Diamond se recostó del muro que quedaba en frente del gran salón. Estaba frustrada y molesta, ellos nunca iban a entenderla.

La puerta se abrió y de ella salió Pica.

—¿No vas a cenar?

—No estoy de humor para ver a mi abuelo un segundo más, coman ustedes— respondió frotándose las sienes con sus dedos.

—¿Necesitas que hablemos?

—No te preocupes, Sussan, estaré bien.

—Como quieras, pero Allaric y Anagashi... Ya sabes, ellos no comen.

—Ellos pueden hacer lo que quieran, nadie les va a obligar. Ahora iré a dar un paseo— dijo ella y se fue.

Unas horas después ya se había hecho de noche y Diamond estaba sentada en la plazoleta de la planta baja observando el cielo. Odiaba ese lugar, pero debía admitir que extrañaba la hermosa vista que tenían las estrellas desde allí.

—¿Bonito, no?— escuchó la voz de Anagashi que venía desde atrás.

—Lo es ¿Que haces por aquí, Ken?

—Eso debería preguntar yo, eres tú quien necesita dormir— dijo sonriéndole.

—No suelo dormir mucho, hace tiempo que no puedo hacerlo tranquilamente.

Anagashi se sentó a su lado.

—¿Hace cuánto conoces a Sussan, Diamond?— le preguntó y ella le miró enarcando una ceja.

—¿Y eso a qué viene?

—Es... Simple curiosidad.

—¿Seguro? ¿O es algo más?— preguntó sonriendo de forma juguetona.

—Puede que tenga otros motivos, ¿Podrías responderme?

—Hace unos diez u once años creo, era apenas una niña cuando llegó a casa de mi padre.

—Podría saber exactamente ¿En qué condiciones llegó a casa de tu padre?

—Deduzco que, por tus preguntas, tienes una ligera idea de cómo fue ¿No?— le dijo sonriendo de medio lado.

—Tengo mis sospechas.

—Sussan me contó que su aquelarre fue incendiado, ya sabes, durante la caza de brujas.

Diamond Heart (Dark Angel III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora