Capítulo XVII

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Las horas pasaron y ya habían traspasado la barrera que mantenía a Eredrish escondida de la vista de todos. Diamond se encontraba al timón desde hacía un rato, estaba volviendo a fijar el rumbo y ya su físico había vuelto a ser el de antes.

En ese momento, una silueta algo descontrolada apareció en su rango de visión. Era Allaric y se tambaleaba de un lado a otro, estaba ebrio. Diamond arqueó una ceja ante aquella escena y divisó la botella de licor que él traía en su mano. Le vio apoyarse malamente del borde de la embarcación mientras le daba otro gran trago, derramaba más sobre él, de lo que veía.

-¿Ese es Allaric?- le preguntaron a sus espaldas y notó que era Elizabeth.

-Tal parece que ahora se volvió borracho- respondió Diamond mirándole mal.

-Sigue siendo un insensato como siempre- bufó-. Iré a llevarlo dentro- Lizzy comenzó a caminar pero Diamond la detuvo por el hombro.

-Estás aún en recuperación, Trébol, quédate aquí hasta que envíe a Pica. Yo me encargo del vampiro.

-¿Segura?

-Sí, no estás en condiciones para ello- dicho esto le dejó el timón a su amiga y caminó hasta llegar a donde Allaric.

-¿Ahora eres borracho también?- le soltó cuando llegó detrás de él y este se giró sobre sus pies bastante mareado.

-Pero a quién tenemos aquí- dijo arrastrando las palabras y tambaleándose-, la gran capitana- soltó haciendo una reverencia bastante dramática y tratando de mantenerse en pie mientras daba otro trago.

-Estás como una uva- se quejó ella acercándose a él- Vamos, te llevaré dentro.

-Claro que no- dijo alejándose de ella bastante mareado-. Solo ignórame como siempre lo haces- volvió a tomar otro trago apoyándose del barandal.

-Ven acá de una buena vez, vampiro, no me hagas enojar- dijo agarrándolo del brazo y llevándolo a rastras para dentro de la embarcación.

Allaric la siguió con pasos erráticos y una que otra vez se tropezó cayendo al suelo. Diamond lo levantaba de mala gana maldiciendo de todas las formas posibles y lo seguía arrastrando.

Llegaron al camarote de él.

-Suelta esa botella de una buena vez, vampiro- dijo molesta tratando de quitarle la botella para que no diera otro trago.

-Solo déjame en paz- la apartó y se bebió lo último que le quedaba a la botella- ¡Rayos! Ya se acabó- se quejó lanzándola hacia un lado.

Medio mareado trató de buscar otra, pero no pudo porque Diamond se puso en medio.

-Se acabó, Vampiro, no vas a beber más- le dijo en tono autoritario y este solo la miró pintando una sonrisa borracha.

-Estoy tan cansado- dijo acercándose, apoyó sus manos a cada lado del cuerpo de ella sobre la repisa que había detrás y dejó caer su cabeza en su hombro.

-Vampiro, aléjate, apestas a alcohol- se quejó Diamond tratando de alejarlo pero este no la dejó.

-Dije que estoy cansado, Diamond- le repitió haciendo puchero y levantó su cabeza dejándola frente a frente a la de ella. La miró un largo rato a los ojos, estaba embobado y con una sonrisa tonta en su cara.

-Vampiro, ale...

-¡Es Allaric!- exclamó él golpeando la estantería y haciendo que Diamond se sobresaltara. Volvió a colocar su cabeza en el hombro de ella-No quiero que me digas vampiro, me llamo Allaric- lloriqueó.

-Vampiro, estás ebrio por favor...

-Lo estoy, pero sé lo que digo- dijo levantando su rostro otra vez-. Nunca me llamas por mi nombre- se quejó casi llorando.

Diamond Heart (Dark Angel III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora