Capítulo XXVIII

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—No sabía que en el Mar sin fin hubiesen islas— comentó Allaric mientras bajaban del Sanctuary.

—Al parecer no es solo mar lo que hay por aquí— le respondió Diamond caminando por el muelle.

Ya era media tarde cuando llegaron a puerto. El Sanctuary se había movido a altas velocidades como era de esperarse y en menos de nada, estuvieron en Isla Moorbutter.

—Ya les dejé órdenes a Elizabeth de que no salieran del Sanctuary mientras estamos por aquí— dijo Pica posicionándose al lado de Diamond—, esto está lleno de criaturas que no dudarían en matar a cualquier simple humano.

—Eso es cierto— agregó Anagashi.

Los cuatro iban caminando por el muelle, hasta ahora solo habían visto barcos con criaturas de todo tipo encima y el lugar dejaba mucho que desear en cuanto a estructura; la isla de Naipes era mucho más pintoresca definitivamente.

—Odio estos lugares— musitó Diamond por lo bajo notando que su cabello se había vuelto azul.

—No te preocupes, no creo que seas la criatura más rara de por aquí— le dijo Pica pasándole el brazo por encima de los hombros sonrientemente.

Lograron salir del puerto y estaban caminando por el poblado, si las islas de piratas humanos eran ruidosas, estas lo eran aún más. Diamond y Pica estaban buscando una taberna que Baltazar les había indicado, les dijo que allí podrían conseguir dinero, aunque no sabían cómo.

Allaric no decía nada, estaba bastante mal desde el día anterior. Él sabía que Diamond no sentía lo mismo, pero que se lo dijese así dolió demasiado y estaba martillandose por ello todo el rato.

Llegaron en frente de un gran local, desde donde ellos estaban se podían escuchar los gritos de piratas apostando y bebiendo, acompañados de unos muy malos músicos.

—Debe ser aquí— dijo Pica soltando un suspiro de decepción—, vamos a ver cómo le hacemos— todos se acercaron a la puerta y pasaron por ella.

Efectivamente, allí de seguro que esas dos podrían ganar mucho dinero.

—Cartas— se le escapó a Diamond  de los labios con una sonrisa divertida en su rostro.

—Creo que vamos a desbancar a unos cuantos aquí hoy— comentó Pica sonriendo igual y ambas chocaron las manos y luego los puños en un saludo.

Pica se dirigió a la barra mientras que Diamond se acercaba a una de las mesas de juego. Allaric y Anagashi estaban parados en el mismo lugar bastante perdidos en lo que debían hacer.

—Acabo de ver el menú— dijo Pica volviendo hasta donde estaban ellos dos—, tienen sangre humana— susurró como si fuese algo ilegal.

—¿En serio?— preguntó Allaric enarcando una ceja.

—Sí, así que sírvanse en lo que nosotras ganamos dinero, caballeros— respondió y sacando de su bolsillo una pañoleta, se la amarró en la cabeza.

Allaric y Anagashi se dirigieron hasta la barra y efectivamente, tenían sangre humana. A ambos les sirvieron y mientras degustaban la calidad de ella se giraron para ver a las chicas.

—Esta es mi amiga Pica— la presentó Diamond a la mesa de jugadores con una sonrisa maliciosa en el rostro—, ella es quien jugará con ustedes.

—Unas damas tan hermosas no son para jugar cartas, yo podría pagarles más si juegan a otras cosas conmigo— comentó uno de los presentes que tenía aspecto medio humano y los demás rieron.

Diamond torció sus labios en una sonrisa ladeada— Te aseguro que esas palabras no serán las que saldrán de tu boca en un rato y desearás no haber insinuado esas cosas— respondió y le hizo una seña a Pica.

Diamond Heart (Dark Angel III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora