Diamond Heart (Dark Angel III)

Capítulo XIII

(Arriba una foto de nuestra criatura extraña, por si no entendienden la descripción jjjjj)

Una nube sombría comenzó a llenar de oscuridad la cubierta de la embarcación. Era mediodía, pero ya no se podía ver casi nada alrededor. El cuerpo de Allaric chocó con la espalda de Diamond haciéndola reaccionar.

—¡Rayos, no veo nada!— se quejó— ¿Quién es?— preguntó tocándola por el hombro y al sentir del cabello corto notó que era ella— ¿Diamond, puedes ver algo?

—Por supuesto que puedo— respondió— ¡Pica, quiero que todos bajen y se metan dentro de la nave, ya!— ordenó alzando la voz— Tú también, vampiro— le dijo más bajo.

—Ni lo sueñes ¿Qué piensas hacer?

—No me sirven de nada aquí arriba, ninguno de ustedes puede ver.

—¡Diamond!— escuchó la voz de Anagashi quién chocó contra ellos dos también— ¿Qué es esta oscuridad? No puedo ver ni mi propia mano.

—¡Vayan dentro de la embarcación de una buena vez!— exclamó molesta.

Los pasos torpes de sus hombres tratando de entrar se sentían alrededor de ellos. Pica llegó hasta donde había escuchado la voz de Diamond y palpando se sujetó de ella.

—¿De qué se trata todo esto, Diamond?— le preguntó.

—No lo sé, ese chico es alguna clase de monstruo o un espíritu maligno, tal vez.

—Lizzy... Elizabeth estaba junto a Clarisse cuando nos fuimos ¿Dónde está?— preguntó Anagashi preocupado.

—No se preocupen, vayan dentro, yo me encargo de esto— dijo Diamond haciendo aparecer una espada.

—Si es un espíritu, eso no te servirá de nada— le dijo Allaric sujetando su muñeca.

—Pues no hay mucho que hacer, tiene a Lizzy y está a unos metros de aquí— los ojos de Diamond comenzaron a brillar rojo—. Vayan dentro, aquí solo me estorbarán.

—Espera, Diamond, haré algo para ayudarte— le detuvo Pica y palpando logró encontrar la espada en su mano para luego pronunciar unas palabras. La espada comenzó a brillar intensamente—. Esto no durará para siempre, si te apresuras podrás acabar con él sin problemas.

Diamond comenzó a caminar hacia donde había divisado a la horrenda criatura en la que el muchacho se había convertido. Le daba vueltas a su espada en su mano con agilidad mientras se acercaba al lugar.

Lizzy estaba inconsciente detrás de él y ella logró divisar  que el que antes era un muchacho, ahora era una grotesca criatura que hacía casi el doble de ella. Tenía el cabello largo y de un amarillo tostado. Su piel era verdosa y no poseía piernas, estas habían sido sustituidas por una especie de cuerpo de serpiente. También tenía unos grotescos brazos con los que se apoyaba y unas grandes garras. Su cabello estaba todo echado hacia el frente dejando solo a la vista un ojo que brillaba verde.

—No me iré— escuchó que le dijo Allaric.

—¿Será que no puedes obedecer una simple orden? ¿Qué rayos piensas hacer aquí?

—Te ayudaré a llegar hasta él, yo lo entretengo y tú lo matas— le propuso.

—Eres insistente— se quejó.

—Y tú mandona.

—¡Soy tu capitana!— exclamó molesta y él solo sonrió.

—Estamos sin tiempo, ya se dio cuenta de que le vemos— le señaló Allaric.