Capítulo X

523 136 38
                                    

    —La llamé corazón ¿Y qué?

    No tuvo que decir más, eso fue suficiente provocación para que Diamond ardiera de ira, fuera hasta él y le agrediera.

    —¿Quién rayos te dijo que podías llamarla así, eh? —le gritó, mientras le empujaba salida de control— ¡No eres nadie para usar ese nombre! ¡No eres nadie para usar esa palabra en tu sucia boca de vampiro!

    —¡Puedo usar el nombre que quiera! ¡No eres la dueña de las palabras, Diamond! —respondió empujándola también para alejarla.

    Ella enfureció aún más y en un movimiento le colocó contra el borde de la embarcación e hizo aparecer una estaca. Esta vez no solo le amenazó, sino que llegó a enterrársela hasta rozar su corazón. Casi lo mata pero Allaric la detuvo, aunque Diamond seguía haciéndole fuerza para enterrarla.

    —Diamond, por favor, para. Él no sabe nada —le pidió Elizabeth, desesperada.

    —¡No lo haré! ¡Lo voy a matar! ¡Él ni siquiera merece decir esa palabra con su sucia boca!

     Él estaba en shock, aún sujetabdo esa estaca con que intentaba asesinarlo, no creyó que las cosas fueran tan serias así. Ella le miraba con sincero odio y notó que no estaba de broma cuando dijo que iba a matarlo.

    La estaca salió volando de las manos de Diamond gracias a los poderes de Pica y ella se alejó de Allaric. —¿¡Qué demonios crees que haces!?

    —¡Te detengo de hacer una locura! —le respondió exaltada— ¡Allaric no sabe nada, Diamond!

    El mencionado se incorporó con ayuda de Clarisse pero la miraba atónito. Ella estaba furiosa, sus ojos parecían arder en llamas y su pulso por primera vez estaba acelerado, aunque eso no le hacía feliz.

    —Diamond, sé que estás alterada por lo que ese Nereo dijo —añadió Pica—, pero sabes que Allaric no sabe nada, fue un error. Es mejor que te calmes.

    Ella seguía respirando agitada y de tan apretados que tenía los puños se había lastimado con sus propias uñas. Lo más impresionante fue como las lágrimas comenzaron a escurrirse de sus ojos sin que ella siquiera lo deseara. En cuanto lo notó se limpió el rostro y, luego de tirarle una mirada de odio a Allaric, entró al navío.

    —¿Estás bien, Ric? —preguntó Clarisse algo llorosa.

    —Estoy bien, o eso creo —dijo, separándose y se acercó a las demás—. ¿Qué fue eso?

    —Te dije que no debías decir ese nombre, vampiro —respondió Pica molesta.

    —¿Me pueden explicar qué sucede en esta nave? ¿Por qué casi me matan solo por decir una palabra?

    —Solo no hables sin pensar, Ric, solo eso —dijo Elizabeth, abandonando el lugar y seguido de ella, Pica.

    —Te excediste hoy, Allaric —le reprendió Anagashi, quien también había presenciado toda la escena luego de oír los gritos de Diamond, y se fue.

    —Ric...

    —Ahora no, Clarisse, déjame solo, por favor.

Diamond Heart (Dark Angel III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora