Invirtiendo en tu amor ~Artrigo~ Arturo x Rodrigo [Shark Tank]

¿Me vas a regalar muestritas?

El resto del día iba de maravilla, no nada más se empaparían en aquella playa, tal parece que la aventura apenas iba iniciando. Más tarde,  sus estómagos se encontrarían llenos de una exquisita comida del puerto.

Terminando de consentir sus paladares se dirigieron a tomar un trago en un bar cercano. Ya era de noche, así que la oscuridad  llenaba cada rincón de afuera, la brisa rozaba sus rostros, era una brisa cálida. En todo el trayecto se escuchaban las olas golpeado sobre el agua, pero ese ruido se aminoro al entrar al local donde la música lo opacaba, sumado a la gente que ahí se hallaba

 Obviamente ya tenían ropa puesta. Sus trajes a medias, únicamente el pantalón, zapatos y camisa arremangada, sus cabellos, en especial los de Rodrigo estaban hechos un desastre y volviendo a mencionar a este, sus mejillas estaban completamente rosadas producto el intenso sol de la tarde. A decir verdad, lucía muy bien. Y esto provocaba a Arturo, que ya estaba con alcohol hasta las chanclas.

Platicaban pacíficamente sobre la  vida, la extinción de los dinosaurios, la desaparición del planeta Plutón y cualquier cosa que se les ocurriera. Realmente lo estaban disfrutando.

Aunque de un momento a otro ambos quedaron en silencio cuando el celular del castaño comenzó a sonar. Sí, era la famosa Martha...

- Dame un momento, voy a salir a contestar 

Comento Rodri al hombre del otro lado de la mesa. Debía salir, pues no podía dar la impresión que estaba en una fiesta o algo similar. Arturo asintió.

Se apartó de la entrada acercándose a una palapa vacía, en la oscuridad de la noche 

- Martha, estoy en una reunión, ¿Qué necesitas?

- Te desapareciste en todo el día...

Se escuchaba molesta

- ¿Y qué?

Estaba ebrio, quizás no midió bien sus palabras

- ¿Cómo que "y qué"? Soy tu esposa, ¡¿donde quedaron tus modales?!

- No eres mi esposa todavía, así que no te emociones 

- ¿RODRIGO? ¿Qué demonios te sucede? ¡¡No me vuelvas a faltar al respeto!!

El empresario estaba fuera de sí, desorbitado, esto era muy peligroso. Debía calmarse antes de echar a perder el plan

- Escúchame Martha, YO NO...