Fiebre

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Al día siguiente, desperté con una resaca de mil demonios. Podía sentir en mi cabeza un taladro cruel que no paraba de golpearme—. Agua...—. Mi garganta estaba seca y mi boca pedía a gritos agua fresca para despertarme. 

Me arrastré hasta mi mesa de noche, donde siempre tengo un vaso con agua, pues casi siempre tengo insomnio y necesito de ella. Fue ahí cuando caí en cuenta, no llevaba puesto nada además de mis bragas.

Tuve un rayo de imágenes mías en la bañera, y solo recordarlo mis mejillas se ponen calientes. Nunca me había tocado, por lo menos pensando en alguien en específico. Pero esta vez y con un poco de vergüenza, admito que fue un buen orgasmo el que tuve pensando en mi jefe.

— Priya, por favor, controla tus pensamientos...—. Musité acalorada. Tomé una bata de seda rosada, un poco trasparente, pero no importa porque estoy sola en mi departamento. 

Fui hasta la cocina en busca de algo para desayunar. Solo había leche y cereal, entonces solo atiné a servir un poco en un cuenco y encendí la televisión para distraerme.

- Y en otras noticias, hoy viernes, catorce de noviembre se estará inaugurando un nuevo restaurante en la ciudad, que aspira a una estrella Michlelin. El dueño del restaurante es el conocido empresario multimillonario, Samar Khan, de Corporación Khan. Quien ha decidido entrar en el mundo culinario apostando por la "Maison de Priya"...

¿Qué? ¿Por qué su restaurant lleva mi nombre?

 - En honor a su futura esposa, Priya Chopra.

— ¡¿QUÉ?!—. Fue tanta la sorpresa, que casi me atraganto con una de las hojuelas de cereal. Empecé a toser fuertemente para librarme de la sensación—. Esto es demasiado ¡El señor Khan me va a escuchar!

Estaba dispuesta a llamar a mi jefe y lanzar insultos a diestra y siniestra, pero el timbre de mi nuevo departamento, auspiciado por mi aún jefe, hizo su aparición.  Dejé el cuenco de cereal en la mesa y corrí a abrir la puerta.

— Ya te escucha medio edificio, Priya—. Allí estaba mi jefe. Vestido de manera tan elegante que puedes morir solo con verlo, parece sacado de alguna revista de esas que las mujeres ven para alegrar la vista, con el cabello peinado hacia atrás con un toque desordenado que le daba un atractivo especial—. Buenos días, estás despedida.

— ¿P-perdón?—. Y así como se fue, regresó. Volví a estar furiosa, porque ese hombre me descontrola las hormonas y me lleva al borde ¿Cómo usa la frase "Buenos días" con "Estás despedida"—. ¿Cómo que estoy despedida?

— Como lo oyes, Priya, has dejado de ser mi secretaria, hoy no llegaste al trabajo, siendo que es día laborable, entonces, estás despedida—. Mi rostro se descompuso, y mi boca se abrió ligeramente. Olvidé que era viernes, estuve tan cansada después de la fiesta que, me quedé dormida.

Pensé que era sábado...

— P-pero... Ayer estuve ocupada en su fiesta familiar, se supone que hago el papel de su novia ¡¿Por qué me está despidiendo?!

— Te pago para ser mi secretaria, también, Priya—. Sentenció y yo bajé los hombros rendida—. Sabes perfectamente que soy exigente con mi secretaria, teníamos reuniones importantes a primera hora y no estuviste, así que te busqué un reemplazo.

— ¿U-un reemplazo?—. El señor Khan pasó al departamento como si fuese suyo, aunque prácticamente, él lo pagó—. Pase, está en su casa—. Murmuré con un toque de molestia, pero no demasiada, no quiero ser despedida, en todo caso, yo quería renunciar. Caminé hacia la cocina y él se sentó en la barra frente a mí. Empecé a hacer café solo para no tener que mirarlo a la cara—. No entiendo, señor Khan ¿Cómo puede despedirme por algo como eso? Tengo tres años trabajando en la empresa y usted no ha tenido ninguna queja de mí, pero por una sola equivocación, solo una ¿Me busca un reemplazo? ¡Y me despide en mi casa!—. Que también es su casa... Dejé la cafetera en la barra para mirarlo solo un segundo—. ¿Cómo tiene cara para decirme eso así, tan campante?

Anhelo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora