「50」

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⸙Hoseok]

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⸙Hoseok]

Después del delicioso desayuno preparado por Jin hyung, ese mismo nos mandó al piso de arriba para ordenar las habitaciones y dejarlas impecables antes de que sus padres llegaran. Yo hice la de Jungkook pensando que él mismo estaría ayudando a Jimin con la de invitados, pero cuán fue mi sorpresa al terminar y bajar al salón, encontrándomelo viendo la tele con un cuenco lleno de galletas de chocolate sobre el regazo.

- ¡JUNGKOOK!

- ¡¿QUÉ?! -exclamó asustado, pegando un rebote en su asiento y haciendo que varias galletas terminaran desparramadas por el sofá. No tardó ni medio segundo en agarrarlas y metérselas todas en la boca mientras me miraba en silencio.

- ¡Jungkook! -volví a repetir con indignación.

- ¡Hofeok! -respondió él con desconcierto y la boca a rebosar de galletas de chocolate. Rodé los ojos y le lancé un cojín del sillón que tenía a mi lado. - ¡Auch! ¡Déjame, aún tengo hambre!

- ¡No lo digo por las galletas, idiota! ¡Me dijiste que estabas haciendo la habitación con Jimin! -me quejé al tiempo que apropié un sitio junto a él en el sofá. Inmediatamente también adentré la mano en el gran bol de galletas y liberé unas cuantas, tantas que terminé teniéndolas que dejar sobre mi regazo para que no se me cayeran. - Yo ya terminé tu habitación, maldito desgraciado.

- Buen trabajo -me respondió con indiferencia, sin despegar la vista de la tele. Fruncí el ceño por su déspota reacción y le volví a golpear, solo que esta vez con mi puño y en su hombro. Él tan solo se pasó ligeramente la mano por encima, como si estuviera quitando polvo de aquella zona, y siguió mirando la tele, lo que me enfadó aún más. Lo mejor de todo es que el pelinegro ya veía mis intenciones de lanzarme encima de él, y no podía evitar una pequeña sonrisa a la espera de ello.

- Ahora verás, maldi-

- ¡YA TERMINÉ JUNGKOOKIE! -una dulce voz me interrumpió, seguida de unos pasos bajando por la escalera y segundos después la mismísima presencia de Jimin en el salón, buscando a Jungkook, quien estaba tirado en el sofá conmigo encima, listos para una de nuestras batallas. - ¿Necesitas que haga alg-

- Hola Jimin -saludé cuando nos vio, intentando romper el silencio que se creó una vez nos encontró en el sofá.

- ¿Qu-qué hacéis? -consiguió responder, apretando los puños que apenas le salían de las mangas, y mirándome como si quisiera matarme ahí mismo. Definitivamente, los celos eran muy peligrosos.

- Nada -añadió tranquilamente Jungkook al tiempo que se deshacía de mí tirándome al suelo con un pequeño empujón. Solté un quejido, y desde la alfombra me coloqué de rodillas para mirarle con indignación y hacerle sentir culpable. Pero no funcionó, porque el muy desgraciado me ignoró, así que tuve que cambiar mi venganza a una que consistía en quitarle el cuenco de galletas. - Hoseok, devuélveme eso ahora mismo -ordenó cuando me vio ponerme en pie con las pastas. Yo negué y me metí cuatro de golpe en la boca. Él se giró de nuevo a Jimin y bufó. - No hay nada más que hacer, tan solo espérame un momento aquí.

『Mirate』⸾YoonSeok⸾ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora