Yashiro sólo quiso algo de Boys Love

El tiempo corre

- ¿por qué le miras de esa manera, Akane-kun?

Aoi le preguntó a su amigo de la infancia con una expresión confundida. Sólo estaba sosteniendo la mano de su otro amigo, no tenía nada de malo, verdad?

- ¿q-qué haces sosteniendo su mano, Ao-chan?- el tono del muchacho era bajo.

Pero su expresión mostraba terror.

Y en sus manos, se mostraba un bate de baseball.

Hanako-kun desvío la mirada.

- tan predecible....- murmuró.

- ¿qué haces sosteniendo un bate de baseball, Akane-kun?

Fue una buena respuesta.

- estaba saliendo de las clase de deportes- se rió nerviosamente antes de guardar el objeto en cuestión en otro lado.

Y se frotó la parte posterior de su cabeza con una sonrisa nerviosa.

- intenta llevarte bien con Amane-kun, sí? Es bueno si se convierten en amigos- le pidió ella.

- ¿e-eh? ¿P-por qué? ¿No tienen nada entre los dos, no?

Aoi le sonrió.

- sólo vamos a pasar tranquilamente nuestras clases, sí? - sugirió ella antes de dirigirse a su asiento.

El azabache estaba en su propia nube de pensamientos antes de que el misterio número uno se acercó a su rostro y le susurró:

- ¿qué haces con Ao-chan?

Eso alarmó a Hanako-kun, quien se tambaleó un poco retrocediendo unos pasos.

- nada

Akane frunció su ceño, molesto.

- no sé ni por qué has aparecido de repente, o por qué tú estás aquí, pero no quiero que te involucres con Ao-chan- su mensaje fue claro.

Hanako-kun iba a replicar, pero alguien más le jaló por detrás.

- ¡Amane! ¡Amane!

Tsukasa tenía una alegre expresión, con su característica en su rostro, pero sus ojos brillaban peligrosamente mirando al primer misterio.

Akane se estremeció ante la confusa sensación de alarma que se prendió dentro de él.

No sabía mucho sobre Tsukasa, pero estaba relacionado al séptimo misterio, de todas formas, ninguno de ellos era totalmente de su agrado.

Ambos eran desagradables.

Pero si él tuviera que compararlos, definitivamente diría que el séptimo era un santo a su lado, o por lo menos, actualmente lucía como uno.

- ¿de qué hablan, Amane?- Tsukasa empezó a sostener a Hanako-kun cerca suyo, como una serpiente enrollando a su presa.

Entrecerró sus ojos ante los pequeños movimientos que estaba haciendo su hermano.

- Amane-san- una compañera de clase, alegremente se acercó a los tres muchachos- ¿tanto has tardado en el baño? Tsukasa-san te estaba esperando

- ah....

¿Qué se suponía que debería de decir?

- entonces, Amane~- el chico apretó más su abrazo- ¿qué estabas haciendo?

- n-nada

Akane iba a retirarse lentamente de ahí porque quería ir hacia donde estaba Aoi, así que volteó su cabeza para otra dirección.