Día 13: Casa

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Vivir en una cabaña tan pequeña comparada con la mansión familiar era algo muy distinto, y a pesar de aquello a lo que estaba acostumbrado podía decir con orgullo que aquella cabaña era su hogar, un lugar donde el ambiente siempre era cálido, y no solo por el fulgor de la chimenea.

La cabaña no eran más que cuatro paredes de madera, cada pared había sido hecha a mano por el dueño de aquel hogar, quien aseguraba se tardó su tiempo en lograrlo y no era muy espaciosa, todo estaba a al alcance de todo, lo único que dividía en dos la casa era la puerta de entrada, a la derecha estaba la cocina y comedor, donde una cocina a leña, algo vieja, usaba el dueño de casa para cocinar, y había una mesa, ya abandonada, porque quien la construyo ya no comía en ella. Y del lado izquierdo estaba la cama, una mesa de noche y una silla, era todo el mobiliario del hogar, además de una enorme chimenea en la pared frente a la puerta , y dos grandes ventanas, una en la cocina y la otra junto a la cama, eso era todo. La enorme chimenea era de roca maciza, toda preparada para cumplir su labor todo el día de ser necesario y a cada lado había maderos apilados, listos para alimentar el calor del hogar o la cocina para cuando había que cocinar.

Y Syd lo llamaba su hogar, aunque al principio le costó acostumbrase, pero lo era, porque la persona más importante para el en ese momento estaba a su lado, su hermano gemelo y donde Bud estuviera, sin lugar a dudas el llamaría aquel su hogar.

A pesar de sus limitaciones por las heridas de batalla no duda en levantarse de la cama para limpiar la casa, no era su obligación, tampoco su responsabilidad. Limpiar la casa era su modo de ayudar a Bud, ya que este era el encargado de abastecerla, le quitaba un gran peso de encima hacerlo.

Barrer era algo que hacía con suma rapidez, al ser tan pequeña la cabaña solía ser lo primero en terminar, después seguía lavar aquello que estaba en la cocina, los dos tarros que en la mañana tenían un líquido espeso y oscuro, y de sabor amargo. No tendería la cama ya que cuando Bud regresara el aparentaría nunca haberse levantado, por lo que se volvería a acostar.

Sorpresivamente la puerta de entrada se abrió de par en par, haciendo que se asustara pegando un salto, en un principio pensó que se tratara de algún extraño que irrumpía en la casa, pero al mirar a la puerta vio a Bud con demasiadas cosas encima. Bud acababa de llegar, traía peces colgando de una soga en su hombro derecho, traía una nueva manta en sus brazos, algunos maderos y recipientes con agua. Rápidamente dejo lo que estaba haciendo para ayudar a su hermano

— Bud, deberías tomarte un día de descanso, trabajas muy duro a diario — le interrumpió ayudándolo con los maderos.

— Mi deber es abastecer la casa— exclamo sin prestarle importancia.

— Podemos turnarnos, también soy hombre ¿Sabes?

— Deberías estar descansando, tus heridas aún no han terminado de sanar — le recalco fijando la mirada con severidad sobre Mizard.

Syd bufo molesto, a pesar que llevaba ya varios días sintiéndose perfectamente Bud seguía siendo terminando al hecho de que realizara cualquier tipo de actividad, fuera algo que requeriría gran esfuerzo o no, Bud era terminante en esa situación, le impedía que hiciera algo. A su juicio su hermano había cambiado a tener una actitud completamente contraria a lo que esperaba de él, llego a pensar que Bud seria distante y frívolo, pero nunca sobreprotector.

— ¿Dónde quedo la sombra de Z que esperaba mi muerte para ocupar mi lugar por ser más digno? — se preguntó dejando los maderos a un lado de la chimenea.

— Siempre me importaste, idiota — le respondió dándole un zape por a la cabeza. — Por eso no permití que Tauro te tocara un pelo.

— Hermano.

— No quiero que tus heridas se abran por querer imitar a un dios inmortal — acoto abrazándolo por la espalda para impedirle cualquier nuevo movimiento, y obligarlo a ir a la cama.

Syd hizo una mueca de desagrado ante el comentario de Bud, ya se conocía todos y cada uno que usaba y ya ninguna lograba su cometido de hacerlo sentir tan culpable para que obedeciera o al menos permaneciera más tiempo en la cama. Tan pronto como Syd vio sus pies levantados del suelo una idea le surco, forcejear con Bud, seguramente perdería, pero al menos le demostrada que su fuerza había regresado y no estaba tan débil

Mientras tanto Alcor Z haciendo todo el uso de su fuerza física logro su cometido de llevar a Syd hasta la cama hasta que este comenzó a patalear, gritando que lo soltara, algo que nunca antes había hecho. Se aferró a él con fuerza para evitar que escapara, podía presentir cual era el plan, Syd no quería escapar, así que hizo lo que solo se le ocurrió, tirarse a la cama con Mizard.

Syd no pudo reaccionar, cuando se dio cuenta estaba en la cama, aun abrazado a Bud, aferrado a el impedía que se soltara. AL menos Bud ya conocía otro de los puntos débiles de Syd, uno donde tomaba ventaja, por alguna razón Mizard era complaciente en todo si Alcor se acostaba a su lado en la cama.

Fictober 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora