Yessabell siguió a Ezra por la escalera de la derecha. Llegaron al segundo piso. Cuatro habitaciones con baño y ducha cada uno. La habitación que ocuparían, tenía vista al prado detrás de la casa, donde podía verse una gran piscina, bajo un toldo transparente. Y un pequeño comedor de madera al otro lado, bajo el mismo toldo.
Mientras Yessabell apreciaba la vista, Ezra dejaba las maletas junto a la gran cama con dosel.
-Es una gran vista.
-Y aun no has visto todo –Murmuró Ezra, con media sonrisa –Ven –Le extendió la mano y Yessabell la tomó.
Caminaron hasta el tercer piso y después, subieron por unas escaleras de caracol, hasta la azotea de la casa.
La tarde comenzaba a caer y el cielo estaba pintado de naranjas, rosados y rojos intensos. Desde esa altura, podía verse la mayor parte del pueblo y los grandes prados que se extendían alrededor de la propiedad y los lugares aledaños.Ezra se paró detrás de Yessabell y la abrazó, mientras admiraban la vista.
-Es hermoso Ezra… esto es… es perfecto. Muchas gracias por traerme –Suspiró y se dio la vuelta –Sé que dijimos que nada de promesas, pero necesito saber que no te iras. Que no me dejaras, que esto… que esto es real y no terminará como siempre.
-Yessabell, no te lastimare, jamás te dejaré y esto es más que real –Aseguró viéndola a los ojos -¿Por qué no terminas de creerlo? –Preguntó con algo de tristeza en la voz.
-Porque esto pasa siempre Ezra –Dio un paso atrás y comenzó a caminar de un lado a otro –Cada vez que estoy con alguien… cuando creo que nada malo puede pasar… cuando la relación es estable y maravillosa. Todo acaba y de verdad que no quiero salir lastimada. No más –Se detuvo y se paró frente a Ezra –Prometeme, jurame, que esto es más, que no nos separaremos por una estupidez.
-Yessabell… –Se acercó y tomó su rostro entre sus manos –Mirame –Le pidió y ella lo vio a los ojos –Te juro por mi vida, que nada nos separará. Por favor, tienes que confiar en tu instinto y tu corazón. Quiero que sepas que siempre estaré a tu lado. Pase lo que pase.
-Confiaré Ezra, lo haré –Se acercó y lo besó, escuchar las palabras de Ezra era reconfortante, pero sobre todo, la hacía ver la realidad y aceptar que ni Derek, ni Stephen estaban en su vida, ya no más.
A veces las promesas son necesarias, para confirmar lo que el corazón siente. Y Yessabell, definitivamente sentía amor por Ezra y sabía que él sentía lo mismo por ella.
Yessabell llamó a su madre y le dio la buena noticia. Su Novela sería publicada en la penúltima semana de Junio, cuando las clases terminaran.
-Vamos Yessabell, mañana tenemos un gran día –Pidió Ezra en la cama.
Yessabell estaba sentada en la orilla de la cama, meditando todo lo que estaba pasando en su vida. Se dio la vuelta y subió a lado de Ezra. Él la abrazo, viéndola a los ojos.
-Me gusta estar en tus brazos, es mi lugar favorito, donde me siento segura y protegida –Murmuró cerrando los ojos.
-Lo sé, y a mí me gusta tenerte conmigo. No sabes cuantas veces soñé con esto y ahora que está pasando, aún no me lo puedo creer –Susurró sin dejar de verla.
Yessabell sonrío con los ojos cerrados.
-Buenas noches amor.
-Buenas noches corazón –Le dio un beso en la frente y se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente, se levantaron temprano, desayunaron y se vistieron para salir de caminata.
-¿A dónde vamos? –Preguntó Yessabell cuando salieron de la propiedad, Ezra con una pequeña mochila negra en la espalda, donde guardo un poco de comida, dinero y dos chamarras por si las necesitaban.
ESTÁS LEYENDO
Yessabell: Instinto. 3er Libro.
RomanceDespués de un año lleno de altibajos, Yessabell se siente más perdida que nunca. El amor de su vida y su mejor amigo, su confidente; ambos se encuentran en coma, después del aparatoso accidente que sufrieron en el escape del famoso "Asesino De La N...