El enorme jardín se había transformado en un hermoso paraíso de ensueño.
Un pequeño camino hecho de luces a cada lado, conducían al gran jardín que había sido cubierto por una enorme carpa con transparencia sobre el techo removible. Dentro del el, se había instalado una gran pista falsa con luces de colores bajo el azulejo blanco, dos filas de mesas recubiertas con mantelería en tonos blanco y azul marino a cada costado, dejando el centro de la pista libre, para la hora del baile.
Varios arreglos florales se colocaron alrededor de toda la carpa, por fuera y por dentro, junto con grandes luces en tonos azules, que serían encendidas al atardecer.
Por dentro de la carpa cerca del
techo, se colocaron varios juegos de luces por todo lo largo y ancho, en blanco y azul y en la gran entrada a la carpa; un adorno floral con un letrero de madera, que anunciaba; “Recién casados”.La puerta de cristal de la casa que daba al jardín estaba adornada con flores blancas y a lado de esta, se había hecho otro camino de luces, que conducía a un gran pasillo a un lado de la gran carpa, dando lugar a un pequeño espacio cerca del bosque, donde se habían colocado varias filas de sillas blancas, cada una con un moño detrás en color azul marino y un pequeño ramillete de flores blancas colgando por los pasillos. Frente a todas las sillas se colocó un pequeño pódium, con una pequeña mesa blanca, donde se llevaría a cabo la ceremonia dirigida por el juez y un pequeño ritual ceremonial, llevado a cabo por un representante espiritual que Johann había conocido hace tiempo.
Ezra y Joey habían ido a la pequeña casita de madera que se encontraba cerca de los establos para arreglarse, ya que Joey quería mantener la tradición de no ver a la novia antes de la ceremonia.
La mayoría de los invitados habían llegado; recibidos por los guardaespaldas de Johann y encaminados hasta las sillas del jardín, por los padres de Johann y Joey. Solo se invitaron a los familiares y amigos más cercanos; los jefes de Johann y Joey con sus respectivas familias. Los padres de ambos, algunos de los hermanos más cercanos de Joey, la tía Cristina y su familia, Hannah con su esposo y bebé, los amigos de Yessabell; Marisol, Bruno, Philip, Ana, Nicolás, Renata, Fanny, Robert, Andrew, con sus respectivas familias y los señores Jones con sus hijas, aunque Milo y Kristen habían sido invitados, no pudieron asistir y Yessabell no pensó en invitar a Derek o Stephen, por respeto a Ezra.
Pasadas las 12 de la tarde, los invitados estaban sentados en las sillas blancas del jardín, Ezra enfundado en un esmoquin negro impecable, estaba parado a un costado del pódium del lado derecho, junto a Joey elegantemente arreglado en un traje en tono arena, quien era un manojo de nervios. Mientras los últimos invitados ocupaban su lugar, Yadira y Zafar ocupaban las sillas de la primera fila, detrás de Joey y Gerard y Monique ocupaban las sillas de la primera fila del lado izquierdo, para estar detrás de Johann.
-Llegó la hora –Murmuró Johann levantándose de la silla frente al tocador, sosteniendo su pequeño ramo de flores blancas y rosadas.
Llevaba un vestido en corte sirena color crema, con un escote corazón y mangas con transparencias que hacían resaltar su piel blanca. Su hermoso cabello rojizo estaba recogido en un moño desarreglado, dejando caer unos pequeños mechones a los costados de su rostro, acompañado de un maquillaje en tonos arena y rosados, resaltando su belleza y elegancia.
-Te vez realmente hermosa mamá. Como toda una reina –Yessabell estaba en la puerta, admirando a su madre y el maquillaje que Leo había hecho en ella.
-Tú no te quedas atrás mi princesa –Johann se acercó a ella, la tomó de la mano derecha y le dio una vuelta.
El vestido de Yessabell le quedaba perfecto, era tal y como se lo había pedido a Felicity. Un escote corazón resaltaba sus atributos, con un acento en la cintura, gracias a la tela ajustada y una pequeña flor de tela en color blanco, con pequeños cristales lavanda. Era un poco largo en la parte de atrás, llegando a mitad de sus pantorrillas y por delante caía justo sobre las rodillas. El tono lavanda pastel combinaba muy bien con su tono de piel y las zapatillas blancas que estaba usando, la hacían ver sofisticada y elegante.
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Yessabell: Instinto. 3er Libro.
RomanceDespués de un año lleno de altibajos, Yessabell se siente más perdida que nunca. El amor de su vida y su mejor amigo, su confidente; ambos se encuentran en coma, después del aparatoso accidente que sufrieron en el escape del famoso "Asesino De La N...