II.- 𝓤𝓷 𝓿𝓲𝓼𝓽𝓪𝓼𝓸 𝓪𝓵 𝓹𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸.

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—Felicidades A-Cheng, eres un Alfa— dijo bajando la pequeña carta para después entregarla a uno de los discípulos.

—Que raro, juraría que era un omega — susurró una anciana que se encontraba en una de las esquina — creo que tendre que investigar más.

—¡Si! — su orgullo estaba al mil, el sabía que sería un alfa, el mejor que haya existido, pero mientras él festejaba otra persona se lamentaba.

—¡No! — se cubrió los ojos con la palma de la mano — necesito escapar de aquí lo antes posible — dijo para dirigirse lentamente a la salida. Estaba a unos centímetros de la salida cuando de pronto escucho un grito que lo hizo congelarse en su lugar.

—¿A dónde Cres que vas Wei WuXian? ¡Te recuerdo que hicimos una apuesta! — sonrío victorioso.

—¿No quieres cambiar la apuesta por cualquier otra cosa? — dijo acercándose lentamente a la salida del lugar.

—No — respondió rápidamente — Hicimos una apuesta, y te confiaste demasiado, ahora paga las consecuencias — sonrió maliciosamente.

—Eres muy malo A-Cheng — se detuvo a unos pasos de la salida y cruzo de brazos, mientras hacía un puchero — Pero empezaré a partir de mañana, ahora mismo quiero jugar con mi nuevo amigo, Lan Zhan — sonrío y toma la mano de Lan WangJi para salir corriendo nuevamente al patio.

—No corras.

—¿Eh?, ¿Por qué no? — lo miro desconcertado, pero sin dejar de correr en ningún momento.

—Te puedes tropezar.

Y extrañamente, dejo de correr para empezar a caminar —Bien, bien, iremos caminando. — era raro que el más pequeño acatará rápidamente una orden, por lo que por supuesto sorprendió a su hermana que los veía a lo lejos.

Así el tiempo pasó, y cada año el pequeño Omega demostraba ser más y más bello conforme pasaba el tiempo, y claro sus hermanos no se quedaban atrás, pero si alguien preguntaba quién era él Omega más hermoso del mundo, nadie dudaría en responder que era el pequeño Wei WuXian de Yumeng Jiang, a pesará de que no cumplía con ninguno de los estándares comunes que recae sobre un omega. Por eso era conocido como una belleza salvaje, libre de ataduras.

Todo parecía ser paz y tranquilidad en aquellos días cercanos al cumpleaños número 14 de el ya no tan pequeño, Wei WuXian, pero es cierto que nada dura para siempre, y esto fue demostrado cuando todo se fue por la borda justo un mes antes de su cumpleaños... Cuando inicio la guerra con el clan Wen, y posteriormente una campaña para quitar a los wen de su poder.

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Si bien no era muy común , nada en realidad, que un Omega se cultivara, eso a Madam Yu le importaba poco.

Ella misma era una Omega, sin embargo por su carácter duro y expresión casi siempre sombría, cualquiera pensaría que es un alfa sin dudarlo, por lo que desde que se enteró que Wei WuXian era un omega, no perdió el tiempo y empezó a entrenarlo muy duramente, incluso más duro de lo que normalmente entrenaría a un alfa o beta.

Ella quería que Wei WuXian fuera fuerte, ante cualquier situación, ella no quería el estereotipo de un Omega sumiso que solo sirve como incubadora, mientras espera a que su esposo llegué, para que cuando lo haga lo trate como la mierda y el otro solo se quedará callado viendo como el alfa tiene un montón de amantes, no, ella quería a alguien fuerte, que supiera valerse por si mismo y no ser solo utilizado como incubadora o sirvienta personal.

Un empujón al WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora