Un empujón al WangXian

𝑩𝒐𝒃𝒍𝒊𝒐𝒕𝒆𝒄𝒂 𝒅𝒆 𝑮𝒖𝒔𝒖 - 𝑻𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆

Un empujón al WangXian

Dᴀᴍᴀ ᴀᴛʀᴇᴠɪᴅᴀ
-
.

.

.

Mei Ling veía divertida como el joven de túnicas negras hacía una mueca de desagrado ante el acercamiento a su queridísimo primo. Y como la buena doncella que era, decidió dejar a los dos solos, no sin antes provocar más al joven de túnicas negras.

—A-Zhan~ — alarga la palabra — Como recompensa por traerte hasta aquí los libros, tendrás que llevarme hoy a la ciudad — había escuchado parte de su plática, y vaya que estaba interesada en esa pareja tan peculiar. Haría lo que fuera por juntarlos.

—Esta bien. — El de túnicas negras lo veía desconcertado. Le acaba de decir a él que no podía salir, y ahora le decía a esta descarada dama que sí. Que injusticias!.

—¿Y porque no invitamos al joven maestro Wei también? — no quería caerle mal a él joven que se acaba de volver, junto a su primo, su pareja favorita —¿Que dice Joven maestro Wei? — se dirige al de túnicas negras que lo miraba sorprendido.

—No me gustaría interrumpir en su "cita" — dijo con un claro desagrado en la última palabra. —Además tengo un castigo que cumplir — ¿Desde cuándo era más importante su castigo que salir?, Wei WuXian no entendía su comportamiento.

—Oh, si cambia de idea los espero a ambos en el jardín en un rato — claro que cambiaría de idea, ella había investigado mucho al chico. Sabía que aceptaría. — Bueno. Adiós A-Zhan — le pellizca las mejillas — Adiós Joven maestro Wei — hizo una reverencia y sin más se retiró.

—Asi que....¿Una amiga eh?— Algo le estaba pasando, él no era así. Pero todo era culpa de esa dama atrevida. Estaba molesto, y eso era porque quería robarle la atención de su mejor amigo, claro que es eso.

Negó —Mei Ling es mi pr...— él oji-gris no le dejo terminar.

—No tienes que explicarle nada. Al fin y al cabo, solo somos amigos — sintió un dolor en el pecho, ¿Porque le dolía admitir eso? Era verdad, solo eran amigos.

Ignorando el dolor de su pecho, y con su cara de póker la cuál solo sabía descifrar su hermano, volvió a hablar —¿Entonces no irás? — no quería que su amigo se enojara, aunque la verdad no sabía la razón.

—¿Ir a dónde? — alza una ceja.

—A Caiyi, conmigo y....Mei Ling — el disgusto ante la mención de la dama no se hizo tardar en el rostro del de ropas negras, sin embargo pareció haberlo pensado bien antes de responder.

—Bien. Iré — claro que iría, no podía dejar que cualquiera que llegara le quitará a su amigo. Sabía que eso pasaría, pero aún era muy pronto para pensar en eso.

.

.

.

.

—¿Entonces no irás? — pregunto una dama  con chonguitas y detalles en rosa en su túnica.

—Ire, pero no con ellos — toma con sus palillos el arroz de su plato y lo mete a su boca.

—No te estoy entendiendo, si tú misma invitaste a ambos a ir, ¿Porque no abrías de ir con ellos? — definitivamente la dama frente a ella estaba loca, pero era su amiga que más podía hacer.