🍂Capitulo 1🍂

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La vida no era fácil y la de Mahiru no es la excepción. Desde que recuerda siempre ha sufrido incluso por llegar tarde a su departamento. La vida es cruel no? tal vez para algunos no pero para él si.

Ahora mismo se dirigía a su departamento llevaba 30 minutos de retraso ya sabía que lo esperaba pero qué más da así era su vida.

Al momento de entrar sentía como el miedo recorría todo su cuerpo, tratando de mantener la calma y se dentro a la sala de su "hogar" si es que se le puede llamar así a un lugar donde nadie te quiere y sólo te lastiman.

-Qué bueno que no está- suspiro, aliviado al ver que su padre, aún no llegaba - Mejor preparó la cena antes de que llegue - Se dirigió a su cuarto y se cambió lo más rápido que pudo, para ir luego hacia la cocina, cuando estába apunto de terminar de preparar la cena, su mayor temor llegó.

Al parecer se había pasoda otra vez de copas, seguro estaba estado en ese lugar donde gastaba todo el dinero, eso ahora ya no le sorprendía, toda su vida había visto como su padre hacía los mismo casi todo el tiempo.
Touma no se había percatado de la presencia de Mahiru,así que sólo se dirigió a la sala y se recostó en uno de los sillones.

Mahiru no sabía que hacer, así que dirigió su atención a la olla de comida, "¿Qué podía hacer para ayudarlo?" Touma podía llegar a molestarse si lo trataba de ayudar, pero aún así se desquitaría con él por el dinero que perdió.

Se debatía internamente, la olla de comida que se estaba en la estufa hizo un pequeño ruido, provocando que el castaño saliera de sus pensamientos, para después bajas la intensidad del fuego.

Se dirigió al baño, este era amplio y con todas las paredes blancas. Él había crecido toda su vida en ese departamento que una vez llamó "hogar", pero, ahora sólo podía llamarlo cárcel ¿acaso era su castigo? como solía decir Touma, ¿Este era el único lugar al que podía ir? no, sabía realmente que no lo era. Pero aún así no salía de ese lugar.

Mahiru tan solo era un chico que le gustaba lo simple, es amable siempre con una gran bondad en su corazón pero su alma estaba fracturada, siempre lloraba y suplicaba por Paz. El no se permitía pedirlo pero no podía evitarlo.

Cuando el alma sufre es como una tortura extrema de la cual no puede escapar. Mahiru estaba encadenado a ese lugar. Bueno no es que tuviera a dónde ir en ese momento, ya nadie mostraría aunque sea una pizca de piedad con alguien como él o al menos eso se planteaba.

Mahiru tomo un botiquín en el estante del baño, regreso a la sala la cuál era grande, con unos sillones, una mesita en medio y el televisor, que tenía la pantalla destrozada por completo debido a la pelea que tuvo con su padre hace mucho tiempo.
Touma decía cosas sin sentido debido a los efectos del alcohol.

El padre de Mahiru era una persona egoísta que sólo pensaba en él y lo que le convenía sin importar si en su camino lastimaba a otros, había ido apostar en la cantina pero como siempre volvió a perder, y de seguro armó semejante escándalo como para volver, con golpes y una que otra herida.

Mahiru se estaba acercando a paso lento y cuando estuvo lo suficiente a él, Touma se levantó y
Tomo una de sus manos jalandolo hacia el, para después tirarlo en el sillón.

Mahiru había sacado un pequeño sollozo por el dolor, no le eran sorprendente estas acciones pero no podía evitar quejarse. Touma se acercó de nuevo agarrandolo del brazo nuevamente, cada vez ejercía más fuerza en el agarre, y con la mano libre que aún tenía agarró los cabellos castaños y los jaló para atrás para ver a los ojos de la persona por la que había perdido a su esposa.

-primero tú llegas y arruinas mi vida- dijo jalando con más fuerza los cabellos castaños

-¡Detente!-sollozaba mahiru intentando liberarse del agarre.

-Todo es tu maldita culpa ojalá el que hubiera muerto fueras tú, pero, que más da si eres una maldita desgracia. Desde que llegaste aquí está mala suerte me acompaña ¡¡por ti!!, TODO ESTO ES POR TI- Sus palabras iban acompañados de veneno y con cada frase la fuerza ejercida en Mahiru iba aumentando haciéndose insoportable.

Mahiru sólo cerró los ojos aguantando el dolor y recibiendo cada palabra con tristeza sabiendo que era la decepción de Touma y culpandose de eso como todos estos años lo había hecho.

A Mahiru le lastimaban más sus hirientes palabras qué el daño físico que le estaba causando

Primera historia espero que les guste ❤️

Destino o Casualidad [Kuromahi] (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora