"Your eyes don't lie" (Luzuborn)

Capítulo 7

Pues ya que no quisieron arco de otra ship continuemos con el Luzuborn.

Aunque si tenían ideas de cómo había sido la cita Volkacio o por qué Willy desapareció me encantaría leerlos uwu

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—Y dime Perxita ¿qué tal fue la cita? — le sirve el desayuno.

—Es un secreto— sonríe.

La verdad es que desde que regresó la noche anterior no habían hablado de la cita porque el menor siempre contestaba lo mismo, Luzu decidió ya no insistir, lo importante a fin de cuentas era que Horacio se lo hubiera pasado bien y esa sonrisa era clara prueba de ello.

—Regresaré en unos días de nuevo a los santos— menciona.

—¿En serio? ¿Y cuándo volverás? — pregunta masticando sus pan tostado.

—No lo sé... sinceramente espero que pronto se acabe el caso del mafioso para que Reborn pueda regresar— bebió el jugo.

—Oh... — susurró el dueño de la casa.

La verdad es que Luzu no se había puesto a pensar en eso, Reborn no había venido como los demás a vivir en ese pueblo para siempre, en realidad volvería en cualquier momento ¿Entonces cómo planeaba ayudarlo? Ni siquiera sabía las razones de su tristeza.

—Pues pueden venir a visitar cuando quieran— sonrío.

—¡¿Enserio?! Gracias mami Luzu— exclamó alegre.

Terminaron el desayuno y fue el chico de ojos rojos quien lavó los trastes mientras Perxita alimentaba a las mascotas. Tampoco había pensado que extrañaría al menor cuando se fuera, desde que se estaba quedando con él sus días se habían vuelto más alegres y ya no extrañaba tanto a Lanita... no tanto.

—Oye, ¿podemos ir a visitar a Auron? — preguntó entrando a la habitación.

Luzu soltó el plato haciendo que esté cayera atraído por la fuerza de gravedad rompiéndose en muchos pedazos de porcelana.

—¿Todo bien? — cuestionó acercándose.

—Sí... tranquilo... he... deja recojo esto— balbuceo agachándose —Ve a cambiarte para ir— murmuró lo ultimo.

Horacio asintió no tan convencido y se alejó. Luzu empezó a recoger los trozos rotos del piso mientras unas lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos, no sólo quebró un plato... era el plato favorito del amor de su vida.

—¿Cuántas veces voy a lastimarte por la misma persona? — susurró con tristeza.

Echó los pedazos a la basura y empezó a hacer ejercicios de respiración, debía calmarse, no era buen momento para entrar en ese mar de culpa con el que cargaba, Perxita podría encontrarse con él en cualquier momento y verle así no sería buena idea.

Una vez más tranquilo salió junto al teñido de rojo y ambos caminaron por el pueblo, sería más rápido en chocobo pero Luzu quería atrasar el encuentro lo más que pudiera, ya lo había perdonado, claro que sí, Auron no tuvo la culpa de nada... solamente Luzu fue el culpable de esa noche. Pero ese pensamiento no le detenía que no quisiera verse con el castaño.

Al estar cerca de la casa de Rubius (que era donde vivía la pareja) los encontraron a ambos pescando. En el momento que Perxita vio a su "hermano" corrió a abrazarle ganándose una mirada de duda por parte de Rubius.

—¡Auron! — gritó.

El nombrado reaccionó en cuanto tenía en brazos al otro, estaba sorprendido pero feliz de ver a su mejor amigo.