Luzu abrió los ojos esperando ver esos ojos cafés con los que despertaba cada mañana desde hace cuatro días, sin embargo esta vez no los encontró, confundido se sentó en la cama pudiendo observar a un chico teñido de rojo sacando muchas camisas de su maleta que estaba al pie de la cama.
—Buenos días Perxita—.
—¡Ah! Luzu, buenos días— exclamó sin verle.
—¿Todo bien?— cuestionó acercándose a él.
—No... es decir ¡Sí! Es que... Volkov me invitó a una cita...— murmuró sonriendo.
Ver la felicidad que irradiaba la expresión del chico le hizo recordar a Lanita, ambos sonríen con una genuina inocencia que contagia a los demás.
—Bien, entonces tienes que cambiarte— sonrió.
—Lo sé, pero... ¿He engordado? Me queda ajustada la ropa—.
—Pues... se nota que te gusta mi comida— ríe con calidez.
—Es que es muy buena— tira la ropa —joder... no me va a querer gordo— se lamenta.
—Wait— lo toma de los hombros —tú eres un gran chico, si engordas él te amará igual ¿okey? Y si al final no pasa así...— se acerca a susurrarle como si fuera un secreto— él se perdería a una persona tan maravillosa— sonríe.
El chico deja salir unas cuantas lágrimas mientras deja relucir una sonrisa agradecida. Luzu se dedica a limpiar sus mejillas.
—Gracias... tienen razón tus amigos en cuanto a tu sexto sentido, mami Luzu—.
Después de que Perxita se vaya Luzu hizo muchas cosas productivas en su casa, alimentó a Manolo, hizo vinito barato y decoró un poco más su guarida moviendo algunos muebles. Al atardecer aprovechó que Horacio aún no llegaba de su cita para darse un baño, quitándose los pupilentes entró a la ducha haciéndolo rápido.
Después de cambiarse se dispuso a hacer un poco de café, en la mañana no lo tomó por la emoción que tenía el niño. Sirvió el liquido caliente a su taza favorita de Star wars y bebió de este.
—¿Qué pasa Manolo? —.
Su cerdo lo estaba viendo desde hace un rato directo a la cara, ¿Qué le pasaba? ¿Acaso tenía un bigote de café? No pudo cuestionarse más por el golpeteo a su puerta.
—Luzu tú sabes dónde est...—.
El de ojos castaños se quedó a medio hablar al percatarse de algo... ¿Por qué no había visto esos hermosos ojos azules antes? Brillaban más que el cielo mismo en una buena tarde de verano ¿Por qué ocultarlos bajo pupilentes? Luzu merecería ir a la cárcel por eso.
—Hola también Reborncito ¿Qué necesitas? — preguntó.
—He yo... tú... has vi-visto a Horacio? — dijo saliendo del trance.
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"Your eyes don't lie" (Luzuborn)
أدب الهواةBueno ¿Qué puedo decir? Me gusta el Luzuborn uwu y lastimosamente no hay muchos libros sobre este ship en Wattpad y mucho menos que estén terminados u.u Au escrito principalmente en Twitter pero también lo escribiré aquí. Será interactivo así que a...