MALDITO PSICÓPATA (TERMINADA)

CAPITULO 11

CAPITULO 11

Abro los ojos y me doy cuenta de que estoy en… una habitación? Otra vez? Muevo un poco la cabeza y veo que no es solo una habitación, hay máquinas, tengo un suero en la mano, algo en el dedo y oxigeno, estoy en el hospital. Pero no es una habitación como en las que siempre e estado. Que me abra pasado?

Medio escucho mi nombre, trato de pensar que fue lo que pasó, por qué es que estoy aquí? Pero simplemente no puedo, no recuerdo que pasó? Que hago aquí o por qué tengo tanta cosa, está vez me abre puesto tan mal?

-Serena

Trato de moverme, siento mi cuerpo entumecido, trato de levantarme pero nada, trato de mover los brazos, sin éxito, mis piernas y no me puedo mover nada. El pánico se apodera de mi, escucho la aceleración de ni corazón pero necesito ayuda, ya.

-Sere, mami?

Intento hablar pero no puedo. Escucho algo extraño, pasos y la veo. Dios gracias, es mi mamá, se me salen las lágrimas.

Ella trae los ojos hinchados, trae ojeras y pareciera que envejeció como 20 años.

-Oh mami, que bueno que despertaste espera un segundo, no te mueves, no sea que te vayas a lastimar.

Ella toca un botón de a lado de mi cama y al minuto, aparece un buen de gente, que comienza a revisarme.

Después de lo que parece una eternidad, siento la cama alzarse, veo a mi mamá escribiendo algo en el teléfono. El doctor se acerca a ella y habla con ella, no alcanzo a escuchar que le dice.

-Que bueno que despertó señorita, me había asustado. – me le quedo viendo yo lo conozco, pero de donde – Se acuerda de mi verdad?

Me le quedo viendo por lo que parece una eternidad, asta que… llega todo a mi mente, Alan, mi secuestro, Haruka y… Darién…

Es su papá... Es el papá de Darién, oh por Dios Darién... Como es posible que no haya podido hacer nada, cómo es posible que en mi delirio lo haya invocado para que me viniera a salvar, tal vez si vino por mi para irnos juntos al paraíso.

Mis lágrimas comienzan a salir sin poder detenerlas, como es posible... como me pudo pasar todo eso... cómo le pude provocar eso... todo... todo es mi culpa… me pongo las manos en la cara, no tengo vergüenzas, su padre está enfrente de mi como si nada y por mi culpa mataron a su hijo.

-Señorita Tsukino, tranquilícese por favor o me vere en la necesidad de dale un cálmate y eso la dormirá de nuevo.

Escucho el tono profesional del doctor, pero no puedo... no quiero calmarme... es mejor que este inconsciente así no sabré el mal que le e causado y no sentiré este dolor y este vacío que me inunda el alma.

-No doctor, ella estará bien verdad Sere, hija necesito que estés tranquila, necesito que te calmes, llevas mucho tiempo dormida... Por favor.

Escucho el sufrimiento de mi madre, pero es que no puedo, se siente tan vacío mi pecho, tan solo...

Entre mis sollozos, escucho que la puerta se abre y unos pasos. Tal vez sea el sedante que me prometieron...

-Dios mío Sere, mi amor, tranquilízate por favor, necesitan revisarte para ver qué pasa - trato de poner un poco de atención a la voz, pero... no puede ser...  -Sere linda mírame - siento una manos tomar mis muñecas y alejarlas de mi cara, parpadeo un poco para quitar las lágrimas y... no... no puede ser... - qué bueno que estás bien, que bueno que despertaste, no sabes la falta que me hacias linda, sentí que te perdía para siempre.

Siento sus brazos que me rodean y me pegan a su pecho, duro y muy cálido.

Cuando el me aleja un poco, lo veo bien y no puede ser... es... es...