𝟐𝟎

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–Ya vengo, me iré a cambiar. Siéntete cómodo– Le sonreí levantándome de la mesa.

Llegamos hace casi dos horas y acabábamos de desayunar/comer, ninguno había tenido hambre hasta ahora.

–¿Puedo servirme un vaso de agua?

–Claro que sí.

Caminé hacía las escaleras dejándolo solo, busqué mi celular entre mis bolsillos para hacer una llamada pero no lo encontré, recordé que lo dejé sobre la mesa y regresé por el. Cuando llegué a ella volteé hacia la cocina verificando si Joji había encontrado el agua y lo vi de perfil tomando un par de medicamentos. ¿Estaba enfermo? No lo creo, en las horas que he estado con él no parece estarlo. Tal vez solo eran vitaminas o algo, no dije nada y retomé mi camino a la habitación.

Marqué el número de Amy para avisarle que había llegado a casa.

–Contigo quería hablar– Fue lo primero que dijo cuando respondió mi llamada– No te dije nada cuando te vi pero no me trago el cuento de Joji diciendo que anoche te quedaste dormida en su habitación, si eso hubiera pasado el podría haber subido dejándote descansar, pero eso no sucedió. ¿Qué pasó Adeline? Cuéntame todo.

–Primero que nada, sí ya llegué a mi casa con bien y en segunda NO Amy, entiendelo no paso absolutamente nada, apenas nos estamos conociendo.

Entré a mi clóset buscando ropa cómoda y acorde al clima de Toronto.

–Está bien, está bien, no me digas nada haré como que te creo, porqué la verdad que yo si me acosté con alguien y no se quien es.

Me paré en seco al escucharla decir eso, mi amiga es cero introvertida pero nunca había hecho algo así.

–Espera ¿Qué? ¿Cómo que no sabes quién es?

–Ósea si se quién es, porque si nos presentamos, pero apenas lo conocí anoche. Es amigo de Joji, también canta.

–¿Cómo se llama? ¿No es Brian verdad?

–Ay no! Brian solo es mi amigo. Masiwei creo que se llama, no se, es muy confuso.

–Ni idea, lo siento, solo espero que se hayan cuidado– Tomé un pantalón junto a unos tennis.

–Si, claro que lo hicimos– Me senté en la cama dispuesta a decirle.

–Amy, estoy preocupada– Me terminé por acostar en la cama y puse una mano sobre mi cara.

–¿Por? ¿Paso algo? ¿Tienes algún retraso?

–No, no, no– Negué rápidamente– Vi a Joji tomar varios medicamentos, pero no parece estar enfermo, yo lo veo bien.

–Tal vez solo son vitaminas, tu sabes que los artistas llevan un ritmo de vida agitado– Asentí pero después recordé que no me puede ver.

–También pensé eso, pero no lo sé.

–No saques conclusiones. Si te preocupa pregúntale y te quitas de la duda.

–Veré que hago, por ahora tengo que colgar. Te llamo luego, te quiero.– Me despedí, ella hizo lo mismo y colgué.

Retiré mi ropa que traía puesta desde la noche anterior, incluyendo la ropa interior para ponerme lo que había escogido. No me preocupe por tomar un baño debido que tomé uno en el hotel. Una vez que estuve listo bajé de nuevo al comedor para encontrarme a Joji perdido en su celular.

–He vuelto– Llamé su atención y tomé asiento a su lado– ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien?

–¿Por qué me sentiría mal?– Elevé mis hombros– Pero si, estoy bien– Me regaló una de sus lindas sonrisas.

–Solo preguntaba.

Nos quedamos en silencio viendo a la nada. Mis manos jugaban entre ellas al igual que mis pies que no podían estar quietos.

–¿Qué tienes?– La mano de Joji tomó las mías para que dejaran de moverse–¿Te incómoda que esté aquí?

–¿Qué? No, para nada, no es eso– Retiré mis manos y me cruze de brazos recargandome en la silla.

–¿Entonces por qué parece que estás nerviosa?

¿Debería preguntarle? No lo sé, no es porque sea chismosa, es porqué me preocupa su salud. Suspiré y volví a recargar los codos en la mesa.

–Cuándo me subí a cambiar bajé por mi celular y te vi tomando un par de medicamentos. ¿Qué tienes? No te ves ni te oyes mal, me preocupo por ti– Acaricie su mano pero la alejo de mi.

–No es nada, solo son vitaminas, ya sabes, el ritmo de vida que llevo es cansado.

–Ahora dimelo viéndome a los ojos.

Su mirada se había perdido a cualquier lugar de la casa mientras hablaba y ahora eran sus manos las que no dejaban de moverse.

–De verdad Adeline, no trates de buscar algo donde no lo hay. Confía en mí ¿Si?– Acarició mi mejilla y solo asentí.

Sabía que algo me estaba ocultando. No tengo los años conociéndolo, pero se que miente, lo puedo notar en su cuerpo, cualquiera podía ver que se sentía incómodo con el tema es por eso que lo dejé por la paz, pero no me quedaría así.

《 -¿Sabías que era youtuber?

-No Amy, no se nada de él.》

Recordé lo que Amy me había dicho meses atrás y hasta ahora soy consciente de que sigo sin saber nada de él ¿Youtuber?

–Tengo que hacer una llamada– Rompí el silencio y me levanté de mi asiento– Puedes subir a mi habitación y poner algo en la televisión en lo que llega la hora de irnos, yo te alcanzo.

–¿Cuál es tu habitación?

–Tendrás el tiempo suficiente para encontrarla– Le guiñé un ojo y salí al jardín con el que contaba la casa.

Saqué mi celular para volver a marcar el número de Amy, contestó al cuarto tono.

–¿Qué pasa? ¿Por qué tanta llamada el día de hoy?

–¿Cómo es eso de que Joji fue youtuber?

–Adeline, ¿Apenas te interesas por eso? Pues sí tu chico hacia vídeos, búscalo su canal sigue ahí, yo la verdad no los he visto ¿Por qué preguntas hasta hoy?

–Algo me está ocultando Amy, le pregunté sobre lo de los medicamentos y me dijo que solo eran vitaminas, pero yo sé que no. ¿Qué oculta? ¿Y por qué me lo oculta?

–¿No crees que estás siendo un poco paranoica?– Volteé los ojos– Relájate y disfruta tu tiempo con él.

–No Amy, solo estoy siendo realista, gracias por tu ayuda.

Colgué sin despedirme y entré a googlear a Joji, nunca había pasado por mi mente hacer aquello. Encontré su nombre como youtuber y lo busqué. Decidí verlos para más tarde o mañana, en unas horas regresaba a Toronto y Joji seguía aquí.

Subí a la habitación y lo encontré con la cabeza entre sus manos dando la espalda hacia la puerta, la televisión estaba con la página principal de YouTube. Carraspee llamando su atención, volteo a verme rápidamente.

–Creo que ya sabes quien soy– Hizo una media sonrisa levantándose de la cama.

–¿De que hablas?– Achique los ojos buscando una respuesta.

–Has encontrando mi faceta de youtuber– Suspiró pasando la manos por su rostro.

sanctuary // joji  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora