Wong YukHei despertó por un sollozo que sonó lejano a él que antes no hubiese sido resaltante entre su nube de sueño pero luego de los últimos meses era un sonido tan conocido que instantáneamente estuvo alerta y abrió los ojos de inmediato, palmeó el colchón con cuidado tratando de tocar a su esposo y al sentir el vacío su corazón dio un vuelco.
Estaba llorando solo otra vez.
Pasó sus manos por su rostro apartando el sueño y prendió la pequeña lámpara a su lado, se colocó sus pantuflas negras y cuando se levantó casi se le sale el corazón de ver a Huang RenJun de pie junto a la puerta de su baño personal, un demonio vestido de ángel con sus ojos inquisitivos puestos sobre él. Su cuñado no le asustaba si media como medio metro pero joder, estaba en su habitación mirándolo fijamente, vestido completamente de negro y a pesar de ser de madrugada se veía más despierto que nunca.
El cabello rubio se le pegaba a la frente y los ojos negros seguían cada uno de sus movimientos. YukHei lo vio alzar su cabeza como saludo.
—Hey.
—¿Es todo lo que vas a decir? –bufó, qué mala maña tenían de invadir su casa y actuar como si fuese propia—. ¿Qué mierda haces en mi casa? Sabía que el dejar que te juntaras con mi mejor amigo te haría mal, él y esos truquitos de magia barata de mierda iban a perjudicarme algún día.
RenJun estuvo a punto de soltar una respuesta ingeniosa ante su estúpida deducción pero un sollozo resonó de nuevo y YukHei volvió a la razón por la que se había despertado. Su corazón se resintió dolido mientras se acercaba a la puerta y tocaba la madera con su palma, un suspiro escapó de sus labios y el aire se lleno de esa tensión aplastante, soltó un susurró que sólo RenJun pudiese oír.
—¿Nana lleva mucho ahí?
—Unos diez minutos –RenJun hizo una mueca, sus ojos denotaban preocupación y tristeza—. Me llamó para que le trajera unas, sabes que se siente culpable y no quiso ilusionarte... –el rubio dijo como única respuesta y soltó un suspiro entristecido—. Te necesita, Hen me está esperando abajo, si Jae se siente mejor envíame por favor. Y si no, también. Nos vemos después, hermanito.
El más bajo le dedicó una sonrisa que no pudo llegar a sus ojos y dio un apretón a su hombro antes de acercarse a la puerta, con esa acción el alto supo que todo estaba en el borde de un desastre, RenJun sólo le decía hermanito –aunque era su cuñado– cuando algo estaba muy mal. Tomó valor para abrir la puerta pero su acción se congeló al escuchar a RenJun llamarlo por última vez, levantó su mirada recibiendo una cargada de dolor.
—Él... me llamó demasiado emocionado –apretó sus labios—. Sé lo más cuidadoso posible.
La voz del menor estaba llena de pesar, como si el dolor de su mejor amigo él pudiera sentirlo el doble, YukHei no dudaba de que el par pudiese tener ese tipo de conexión. Asintió torpemente pasando una mano por su cabello.
—Lo haré, dile a KunHang que me cubra si tardo en llegar al instituto.
—Já, mi esposo tratando de enseñar Hapkido a un montón de niñitos de diez. Eso será memorable –RenJun soltó una risa corta pero sincera y luego volvió a dedicarle esa mirada, una sonrisa pequeña pero real sobre los finos labios—. Sigue cuidándolo, YukHei. Te necesita más que nunca.
Sin más qué decir RenJun salió de ahí dejando a su cuñado con el corazón en el puño y la tristeza alojándose en su cuerpo. Tomó una suave respiración, se dio apoyo mental y con su puño cerrado dio un par de toques a la madera, apoyó su brazo en el marco de la puerta mientras esperaba una respuesta.
—¿S-Si?
—Buenas noches, señor Wong –habló con voz galante pegando su frente a la superficie—. Vengo a depositar una queja al haber despertado a mitad de la noche sin tenerlo en mis brazos, como disculpa aceptaré su bonito cuerpo entre mis manos y una torre de pancakes.
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La hora de la verdad.
RandomAlgunos one shots donde cada pasivo en la relación halla la manera de decirle la verdad a su pareja. 📍 ✨ Advertencia: M-preg ✨ Muchos shipps, hasta ahora sólo de NCT y the boyz, tenganme paciencia;; ✨ Fluff, fluff, slight angst, happy ending ✨ He...