𝐯𝐢𝐞𝐫

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— Veintiún días más hasta el día de navidad

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Veintiún días más hasta el día de navidad. — Dijo la nipona alegremente. Dahyun volteó la cabeza para mirar a la mayor. — Te gusta mucho la navidad ¿Eh?

— Bueno, por supuesto que sí. Santa... — Mina cerró la boca y miró a su alrededor.

¿Santa? ¿Qué tienes? ¿Cinco? Santa no es real. — Dijo la más joven entre las tres.

Mina jadeó y dio un gran pisotón con su pie. Chaeyoung y Dahyun se miraron la una a la otra. — ¿Por qué te enojas? — Preguntó la más pálida. "Tan linda". Pensó Chaeyoung.

— ¡Es real, y si sigues diciendo que no lo es morirá! — Dijo enojada.

Chaeyoung mordió su labio y respondió. — Mina, ¿Cómo puedes creer en algo que no puedes ver? ¿Cómo puedes creer en alguien... no cumple su palabra? — Soltó mientras recordaba su infancia, esperando, deseando que su novio apareciera en su puerta.

— Eso es todo lo que tengo, es mi creencia. No tienes que creer, pero él es real. Lo es. — Mina dijo suavemente a lo que la más joven asintió. Ambas se miraron, compartiendo una mirada silenciosa. Chaeyoung estaba en el punto en el que creería cualquier cosa que dijera la chica mayor, pero también fue el brillo en sus ojos que la hizo ceder. Si alguien realmente no creyera en algo, entonces no habría una chispa plasmada en sus ojos.

Pfff, tan gay. — Bromeó Dahyun.

— Está nevando ¿No quieren jugar?

¿Jugar? — Preguntó la más joven. Mina sonrió.

Sí, así. — Dijo y se inclinó para recoger un poco de nieve, mientras que le daba forma de bola. Chaeyoung y Dahyun parpadearon. Parecía que la muchacha mayor era bastante infantil. Mina les dio la espalda y movió su mano sobre el copo de nieve, rociando un poco de magia divertida en él. Al darse la vuelta, rápidamente se la arrojó a Chaeyoung y a sus ojos.

Chaeyoung se maldijo a sí misma antes de abrir los ojos. Pudo sentir un cambio repentino en su corazón y comenzó a reír. Mina sonrió, pues la magia estaba funcionando. La más joven reía como un niño y recogió nieve para formar otra bola. — ¿Qué estás hacie-. — Dahyun fue interrumpida por una bola de nieve que impactó en su rostro. Parpadeó un par de veces antes de estallar en carcajadas. De un momento a otro, las tres chicas habían empezado una batalla de bolas de nieve en el parque.

¡Oye! ¡Estás muerta, Son! — Dahyun gritó juguetonamente y lanzó otra bola de nieve. La coreana más joven y la nipona rieron, corriendo esquivando las bolas de nieve. Pasaron alrededor de treinta minutos y las tres aún se encontraban afuera en el parque, haciendo ángeles de nieve, construyendo un muñeco, teniendo otra guerra de bolas de nieve. Hacía sido una tarde bastante agitada y entretenida para las tres.

Mina se había sentido más feliz que nunca. Estaba con amigas, amigas humanas que la hacían sentir libre. Se acostó junto a Chaeyoung mientras miraban al cielo. Los copos de nieve caían delicadamente sobre sus rostros angelicales. Mina movió lentamente su mano y la entrelazó con la de Chaeyoung. La más joven jadeó y se sonrojó. Más no se atrevió a alejarse.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 ➳ 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora