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Esa pequeña frase se repite una y otra vez en mi mente, me tortura; debo planear bien mis movimientos, un solo error por mínimo que sea puede ser mi perdición, aún no es momento de ser honesto con Dazai, no hasta que termine con mi verdugo, lo cual ya es una misión suicida, ni aún con todo mi poder estoy seguro de salir victorioso.

Repaso este día, ha sido el día más agradable de mi vida desde hace mucho tiempo, demasiado tiempo. Y ahora viene lo complicado escabullirme de Dazai está noche.

Minuto a minuto mi angustia crece, la tensión se va acumulando en mi cuerpo, lo cierto es que no quiero ir a la cita de esta noche.

No deseo que me toque de nuevo.

No cuando ya conocí lo que es anhelado, un anhelo del corazón.

-Chibi si sigues pensando así explotara tu bella cabecita – me sobresalto.

-No estaba pensando – frunzo el ceño.

-Oh si claro, y también eres virgen.

-Idiota – gruño.

-Tu idiota – me guiña el ojo.

-De cualquier manera, no pensaba en nada importante

-Eres un pésimo mentiroso.

Y es en este pequeño instante que mi mente se ilumina, efectivamente soy un pésimo mentiroso, así que es mejor ir a lo seguro, una verdad a medias.

-De hecho – lo observo – he estado pensando en algo incomodo – muerdo mi labio inferior – debo ir a ver a mi padre - enarca una ceja, no habla, espera a que continúe – la relación es algo tensa, siempre me pone mal ir a verlo.

No es mentira, realmente me enferma su toque.

-Entiendo – se acerca sentándose a mi lado - ¿quieres que te acompañe?

-No – suelto de forma demasiado brusca – ellos no saben lo que pasa, y mi padre es muy celoso.

Me golpea suavemente la nariz con el dedo índice.

-Lo cual me lleva a una duda – tararea – si es un padre celoso, ¿como es que chibi pasa tanto tiempo fuera de casa? Mal mentiroso, debes hacerlo mejor – canturrea, ¿acaso está jugando conmigo?

-Estoy diciendo la verdad – le acaricio el rostro – respondiendo a tu cuestionamiento, es algo simple y banal en realidad.

-Ilústrame – sonríe.

-Es como si estuviese emancipado – me recuesto en su pecho – tengo buenos ingresos, mi madre también y a ella le disgusta mi presencia, quiere disfrutar a su esposo, así que me permitió vivir por mi cuenta.

-Pero, si no es tu padre realmente tampoco es necesario que lo veas.

Niego.

-Él me da buena parte de mis ingresos, mi madre solo está celosa – me coloco a horcajadas en el regazo de Dazai – aun así, de vez en cuando tenemos cenas familiares incomodas.

Lo beso para distraerlo, me froto en su entrepierna. Antes de ir a reunirme con Morí, puedo disfrutar de Dazai

.

.

.

La luz no es para todos, y Chuuya debe aprender que la luz no es para él, no para alguien que desde su primer momento de vida a estado sumergido en la oscuridad.

Esa pequeña esperanza cegadora será su perdición.

Termino con cada uno de los enemigos que nos estaban dando problemas, no ha sido suficiente para entretenerme Ougai, sonrió, me giro y avanzo con calma de regreso al auto que me espera.

NínfulaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora