𝑳'𝒂𝒈𝒐𝒏𝒊𝒆 𝒅'𝒖𝒏 𝒃𝒂𝒊𝒔𝒆𝒓;
Lᴀ ᴀɢᴏɴɪᴀ ᴅᴇ ᴜɴ ʙᴇsᴏ
"Déjame cortejarte"
Las palabras de Valerio volvieron a mi mente, me sentía un poco desconcertado, nunca nadie me lo había propuesto, pero aquí me encontraba siguiendo a Valerio hacia mi sorpresa, había insistido bastante en que lo acompañara a ese lugar. Valerio observaba por la ventana del autobús el camino, sus facciones se veían relajadas, tenía una mirada de satisfacción y una leve sonrisa estaba formándose en la curva de sus labios, los reflejos del sol se asomaban por la ventana, dejando que los destellos de este mismo le dieran otro brillo a sus ojos, en otras palabras se veía hermoso.
Nunca me había puesto a ver más allá de Chris, era triste, pero nunca me había propuesto observar a alguien como estaba mirando a Valerio, pero él no tenía lo que veía en Chris, Valerio te brindaba esa sensación de rebeldía para darle más diversión a tu vida, Chris te brinda la sensación de estar en casa y no querer huir de sus brazos. Suspire, ante tal chico que tenía a mi lado, dispuesto a cortejarme, no podía quitarme la tortuosa imagen de Chris.
—¿Soy una obra de arte, verdad?— Dijo Valerio en un tono burlesco luego de escucharme suspirar. Gire a mirarlo con una ceja alzada con cara de "¿es en serio?" haciendo que soltara una ligera risa.
—Por supuesto que lo eres— Respondí haciendo que su risa se detuviera y me mirara sorprendido —Pero a esas que están quietas sobre la iglesia, me dio una mirada ofendida.
— Van Gogh me retrato— Habló ofendido —Me pidió ser su puta francesa— Finalizó con una sonora carcajada llamando la atención de unas cuantas personas haciendo que me sonrojara al sentirme observado.
—Okay, fingiré que no te conozco el resto del camino— Dije logrando que se riera aún más fuerte y pasara un brazo sobre mis hombros evitando que me fuera a otro asiento.
—Okay, me detendré, pero guarda el secreto— Dije mientras se acercaba a mi oído —Si Van Gogh se entera que conté nuestro secreto, sale de la tumba y me pide ir a su cuarto prohibido para castigarme— Finalizó nuevamente con una sonora carcajada.
—Bien, ahora sí que fingiré no conocerte— Me paré rápidamente buscando un asiento solitario ignorando los llamados de Valerio a mis espaldas mientras seguía riendo.
— Haru, solo era una broma, Van Gogh no tiene un cuarto prohibido— Hablo por lo alto, captando más miradas— Le gusta castigarme a la luz del sol, exponiendo obras de arte como tú, dejándome observarte fuera de un maldito museo— Me sonroje ante sus palabras y varios "awww" de fondo se escuchaban.
Mis mejillas se habían puesto rojas por aquellas palabras y su color aumentaba al sentir una mano cálida tomando la mía entrelazando nuestros dedos suavemente. "Nos bajamos aquí" susurró en mi oído y lo seguí de forma automática. Mi mente estaba completamente en blanco, no sabía qué pensar o qué hacer al sentir su tacto sobre mi mano. Me deje guiar por él, estaba tan ido, que, si me llevaba a un callejón y me mataba, reaccionaría cuando fuera mi funeral.
—Ya llegamos— Escuché a lo lejos reaccionando luego de sentir como apretaba una de mis mejillas —¿Sigues pensando en lo hermoso que soy?— Sonrió, le propiné un golpe a uno de sus brazos.
—Que no se note que tienes el autoestima por las nubes— Susurré con sarcasmo.
—Te escuché— Dijo riendo.
—Ese era el punto— Respondí sacándole la lengua —¿A dónde vamos?— Pregunté curioso.
—Si te lo digo dejará de ser sorpresa.
ESTÁS LEYENDO
Lᴀ Fʟᴏʀ Más Hᴇʀᴍᴏsᴀ || #1
Dla nastolatkówToda persona se enamora, no importa la edad ni el momento, solo empezábamos a sentir crecer hermosas flores en nuestro interior. Yo, Haru Yamada estaba perdidamente enamorado de mi mejor amigo desde la infancia, pero desafortunadamente mi organismo...