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Ahí se encontraban ambos, Funshine en el área de pesas y Grumpy en la caminadora, el entrenador de Funshine le animaba y ayudaba cuánto podía, Funshine al lograr encontrar a su pareja en el sitio dejó la pesa sin decirle nada a su entrenador, dejándolo sin más para dirigirse al menor.

— Pensé que llegarías más tarde... — Anunció acercándose para recargarse en un lado de la caminadora.

— Tenía... Trabajo... — Respondió Grumpy entre jadeos, sin parar de correr y con su típico ceño fruncido, después de todo estaban en público.

— Mhm... Y dime, ¿Harás algo está noche?.— Cuestionó Funshine mirandole de forma coqueta.

Grumpy le restó importancia ya que su esposo seguía haciendo ese tipo de preguntas cuando quería algún tipo de acercamiento en privado o tenerle reservado para antes de dormir.

Trabajo.— Comentó con simpleza al lograr dejar de jadear mientras detenía la caminadora, tomando el termo que estaba a un lado para beber un poco de agua, era notable que el termo era uno de los de Funshine al tener el típico sol en el.

— Auch, siento como si me rechazaras, es que... Ver tu cuerpo así de sudoroso te hace ver sexy y me encantaría hacerte sudar con otro ejercicio... — Comentó el rubio al oído de Grumpy, esté solo le empujó mientras se ponía algo púrpura de la vergüenza.

El entrenador miraba a lo lejos aquello, se sentía traicionado, supuestamente. Se dirigió hacia ellos algo molesto, era evidente que quería alejar al rubio de aquel oso, ya que era más que obvio que no tenía un mal cuerpo, sus brazos y piernas parecían algo trabajados apesar de su estatura algo baja, y ni hablar de su torso, seguía siendo bastante varonil con su espalda ancha aunque en las caderas seguia siendo tosco, lograba suavizarse de alguna forma.

— ¿Que sucede? Uh, disculpa, ese es el termo de mi cliente...— Comentó aquel oso estirando la mano para tomar el termo mientras intentaba jalar a Funshine para alejarlo.

— Oh no, no. Déjalo, creo que antes no habían podido conocerse, bueno. Esta belleza de hombre es mi señor, dulzura, el es mi entrenador.— Expuso Funshine, abrazando a Grumpy por la espalda para apegarse. Grumpy había dejado de lado su expresión avergonzada para volver a una sería, haciendo notar su ceño fruncido, pero aún así sonrió levemente.

— Un gusto, soy Grumpy.— Comentó el más bajo entre ambos aunque ni siquiera le dejó terminar de hablar cuando tomó la mano de Funshine, casi arrebatandosela al hombre.

— En fin, me encantaría charlar pero estábamos apunto de ir a las duchas para irnos, fue un placer.— Comentó Grumpy extendiéndole una sonrisa más que falsa mientras ahora guiaba a Funshine hacía las duchas.

Se mordió el labio inferior levemente mientras iban en camino, mirando de reojo al rubio, iba a adorar hacerlo suyo casi a la vista de aquel tipo y de demás personas, era tan excitante demandarlo como suyo en un lugar como ese, si que le haría sudar, por otro lado, Funshine ya sabía lo que tramaba su esposo al divisar su semi-ereccion, por lo que incluso apresuró el paso hacia las duchas.

Cortos. [Grumpy x Funshine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora