Cortos. [Grumpy x Funshine]

[29].

Una vez, Funshine encontró a Grumpy fumando, en ese instante sus instintos maternales se activaron.

Probablemente lo hubiera dejado pasar si su novio no estaba enterado de las consecuencias del cigarro, o como fumarlo.

Pero el pequeño osito extendió aquella caja hacia Funshine, eso esfumó cualquier piedad que pensaba tener el más alto hacia el menor.

Decidió seguir una de las lecciones de su madre, aunque jamás fueron buenas, solo en esa situación agradecía haber tenido aquella lección.

"Tomó la caja de cigarros y se la llevó hacia la cocina, vaciando todo el contenido de esta en la licuadora, para luego dirigirse otra vez hacia donde se encontraba su novio.

Grumpy le miró raro cuando volvió sin sus cigarros, aún así no dijo nada, quizás los había tirado o escondido, le dió igual, ya compraría más.

Unas horas después de que Grumpy descansará de su trabajo y después de algunos mimos, Funshine lo llevó hacia la cocina, el de pelaje azulado pensó que quizás le había hecho algún postre o algo así, pues su novio solo le vendaba los ojos en esas ocasiones.

Todo pensamiento se fue al sentir un extraño polvo en su boca, lo escupió al instante, quitándose la venda para mirar al más alto que poseía una sonrisa de satisfacción.

— ¡Funshine, ¿que demonios era eso?!— Preguntó alterado mientras se servía agua y la escupía en el lavabo.

— Tus cigarrillos — Respondió el mayor, está vez con una expresión más seria.

— ¡Casi me intoxicas! — Reclamó buscando su cepillo de dientes para quitarse aquel sabor.

— ¡Tu te estabas haciendo más daño fumando! Un mal sabor de boca no se compara con eso. — Regañó frunciendo el ceño — No permitiré que se vuelva una adicción — Aseguró cruzándose de brazos.

— No tengo una adicción, solo de vez en cuando cuando me estreso más de lo normal fumo uno — Explicó saliendo del baño, dirigiéndose a la cocina por un vaso de jugo.

— No me importa, no quiero que vuelvas a fumar — Aclaró el más alto, sentándose en una silla aún molesto.

— ¡Bien, bien! Ya no fumaré más, señor perfecto — Dijo Grumpy dando un largo suspiro para luego acercarse a la oreja de Funshine.

— Solo que... Cada que esté estresado, tendrás que... — Lo último lo dijo casi inaudible, pero gracias a la cercanía Funshine lo escuchó con claridad.

El mayor se coloreó de naranja hasta las orejas, asintiendo levemente para luego levantarse sin mirar al osito azulado, jalandolo de la mano hacia el garaje de nuevo.

— T-Terminemos de arreglar el carro de helados — Pidió aún apenado, cambiando drásticamente el tema."

Grumpy es el más caliente de los dos, aunque no es como si Funshine se quejara.