Cortos. [Grumpy x Funshine]

[40].

"Funshine se encontraba observando a su esposo con una mirada tonta, admirando el rostro concentrado del menor, le encantaba pasar tiempo con el osito de pelaje azulado, aunque no hubieran palabras, sentía la tranquilidad del ambiente.

- ¿Dirás algo o prefieres mirarme hasta que se me acabe el color? - Preguntó el menor en un tono divertido, sonriendo mientras dirigía su mirada hacia los ojos del mayor.

Funshine no pudo evitar ruborizarse un poco, pensaba que su pareja no se había dado cuenta de que lo había estado observando durante bastante tiempo, decidió apartar la mirada y alejarse un poco.

- ¡E-Em! ¿Quieres café? - Preguntó con un cierto tono nervioso dirigiéndose a la salida del garaje.

Grumpy sonrío aun más, sin poder aguantar una ligera risilla, no parecía burlona, tampoco era por gracia, más bien era una risilla expresando que la actitud del mayor hacía que Grumpy lo mirara como lo más tierno que existe.

El de pelaje azulado se acercó al mayor, tomando sus mejillas para bajar su rostro hasta su altura, incluso tuvo que ponerse te puntitas para poder alcanzarlo y depositar un ligero beso en los labios del más alto.

- ¿En qué estás pensando? - Preguntó Grumpy después de separarse, aún sin soltar al más alto, colocando sus brazos alrededor de su cuello, abrazándolo.

El rubor de Funshine aumentó un poco, Grumpy estaba actuando de una forma dulce... Estaba un poco asustado por esa actitud pero no negaba que le gustaba.

- ¿Cómo hiciste para enamorarme así...? - Preguntó, acariciando ligeramente la mejilla del menor, sintiendo una pequeña corriente eléctrica ante el roce.

- Brujería, ¿Por..? - Respondió ampliando su sonrisa, riendo en lo bajo.

Funshine no pudo evitar soltar una carcajada derrepente, comenzando a reír estruendosamente, unos segundos después cuando logro calmarse solo volvió a unir sus labios con los del menor, comenzando un dulce beso, colocando sus manos en las mejillas de este, agregando un poco de fogosidad en el beso.

Se separó de su esposo relamiendo sus propios labios, sin desviar la vista de los labios ajenos.

- Pues funcionó bastante bien - Dijo para luego morder los labios del menor fugazmente con sensualidad.

Se separó del oso con insignia de nube comentando que traería café, dejandolo ahora con una mirada tonta, como si él fuera el que había recibido el amarre."