"¿Quieres que lo haga yo?"
Bo asiente hacia el condón que Harry está sujetando con firmeza. Él está tan contraído que sería una mala idea dejarla desvestirle. Ya lo está pasando lo suficientemente mal sólo jugando con la idea del inevitable momento en el que ella le toque, por no hablar de que sea por debajo de la cintura.
Bo había mirado con cariño desde su lugar tumbada en la cama como Harry se movía de vela a vela, iluminando todas las que podía antes de que la llama de la cerilla se consumiera demasiado. Se había reído de su explicación sobre no malgastar una segunda cerilla, declarando que había una fina línea entre el lo romántico y lo satánico.
Pero ahora en esta suave y parpadeante habitación, ella le sonríe y él casi pierde todo nervio.
"No, está bien. Lo tengo," se arrodilla más cerca de ella a través del colchón, "Solo túmbate," la anima con suavidad.
Pensándolo mejor, eso es probablemente la peor cosa que podía haber sugerido porque ahora, Bo estaba tumbada bajo él y ha conseguido audiencia en un proceso que hace que sus manos tiemblen. El pelo se extiende sobre su almohada y ha pasado mucho desde que ha tenido algo tan bonito ocupando su cama.
Ella se quedará en sus sábanas. el olor a su perfume y el breve calor de su cuerpo que escapa una vez que se apartan los cobertores; ambos temporales, ambos no lo suficiente. Él desea mucho más. Pero el recuerdo será permanente.
Harry no cree que se vaya a olvidar de la manera en la que ella le está mirando ahora, como si él sostuviera la luna y cada estrella del cielo.
Traga antes de realizar los movimientos de desabrochar sus vaqueros y bajar la cremallera. Todo el peso de su mirada aterriza en su estómago mientras el dobladillo de su camiseta es sujetado entre sus dientes para mantenerla apartada. Las yemas de sus dedos inconscientemente cosquillean cuando Bo traza su cadera y va hacia su ombligo. Él espera que ella no se de cuenta de la piel de gallina que surge.
Cuando Harry presiona con cuidado para abrir sus piernas, el adorable encanto que ella tenía antes parece desaparecer. Él termina sintiéndose encantado por su distraído jugueteo toqueteando la hebilla del cinturón.
"¿Qué pasa?"
"No pasa nada."
Hay una sonrisa pero le falta valor así que Harry se aparta de encima de ella y se tumba a su lado. Bo se gira hacia él.
"Hemos tenido sexo antes."
Lo dice en bajo porque no quiere romper la delicadeza en la que se encuentran. Mirándose el uno al otro. Sigue siendo un poco difícil comprender que él está con ella ahora. Ella está en su pequeño sótano donde el agua caliente es inestable y la los tablones de madera chirrían en extraños lugares a lo largo del pasillo.
"Lo se, pero se siente nuevo" ella sonríe suavemente el pulgar roza ligeramente el tatuaje de su cadera.
Su belleza se ha vuelto más refinada en los cinco años que se han conocido, más que una apariencia clásica que Harry ha visto cada vez que ella mantiene el contacto visual. A pesar de sus deseos por crecer de golpe, Bo se mantiene en la misma altura con el hombro de Harry. Pero ahora, hay una confianza en la manera en la que ella se muestra, llena de logros y aspiraciones futuras.
Él no puede imaginar realmente lo que ella está viendo. Ha sido presentado por su imagen de tatuajes y ojo herido cada mañana durante años mientras se lava los dientes delante del espejo del baño. Así que quizás esta intimidad se sienta nueva para ella ahora.
Él es totalmente paciente mientras espera a que Bo inicie más contacto entre ellos. Hablan tranquilamente, amortiguando las risas contra la almohada mientras Harry recuerda uno de sus errores en la cocina. No pasa mucho hasta que ella roza con timidez su nariz con la de él y Harry suspira en el suave beso que comparten.
