Natsu—¡Feliz Año Nuevo! —grita Levy y se alza para robarme un beso en los labios. Se lo devuelvo por inercia antes de felicitar a su familia.
Todo es como antes. Hasta he traído a mi padre. Es como si nada hubiera cambiado. Me siento en casa. El problema es que cuando sonrío no siento que mi sonrisa sea del todo sincera, ya que cuando miro a mi alrededor me falta Lu. Es curioso que sea así cuando no hace mucho que la conozco, cuando nunca ha estado aquí y sin embargo me falta en esta noche de celebración. Pienso en escribirla cuando me dejan solo, pero desde que se fue, las cosas entre los dos no están muy bien. El problema es que no entiendo qué he pasado. Como si Lu me leyera los pensamientos, me escribe felicitándome el año y deseándome que sea muy feliz.
Le deseo lo mismo y borro un te echo de menos pues siento que no procede ahora.
Levy se acerca y me abraza por detrás, como hacía siempre. Me giro. Es preciosa, siempre me pareció bonita hasta que llegó un momento que me costaba mirar a otras y no compararlas con ella. Ahora, al pensar en compararla, me doy cuenta de que no se parecen en nada Levy y Lu. Levy tiene los ojos más dorados, más abiertos y Lu más rasgados. La naricilla de ella es respingona, no es igual a la de Levy, e incluso el pelo, Lu es rubia y él de Levy es azul. No veo nada parecido entre ellas.
—Estoy deseando que se vayan. —Me mira pícara.
Asiento. Es lo que quería, ¿no? Llegamos hacía días y he retrasado la conversación hasta esta tarde. Levy y yo nos fuimos a dar un paseo sin el plasta de su hermano que está muy raro, casi he llegado a pensar que no quiere que vuelva con su hermana. Fuimos a donde solíamos ir a enrollarnos hacía años. A un parque. Cuando se sentó me miró pícara y recordé esos momentos. Lo feliz que me creía
entonces a su lado y pensé en si de verdad estaba retrasando lo evidente. La he echado de menos, eso no es discutible, tal vez como decía Lu, este era un círculo no cerrado. Hablamos y di mi brazo a torcer. No lo sellamos con un beso, como ella deseaba, porque Jellal vino a buscarnos.Nos tomamos unas copas y brindamos varias veces.
Jellal se lleva a su hermana a la cocina y cuando vuelven, Jellal sigue con esa cara de rancio y Levy se acerca a mí y me abraza. La abrazo por instinto.
—Bueno, nosotros nos vamos —dice la madre de Jellal. Los padres de Levy se van con mi padre al club social del pueblo—. Sed buenos.
Nos despedimos de ellos en la puerta y Jellal nos mira con su chaqueta en la mano.
—Voy a estar en al pub, deberíais veniros a tomar algo...
—No y vete ya pesado. —Levy le cierra la puerta en las narices—. Al fin solos.
Tira de mí hacia su cuarto. Donde ya hemos estado otras veces. Hace tiempo nos escondíamos en él para liarnos sin que nadie nos viera. Entramos y cierra la puerta aunque no haya nadie y me besa. Todo es como siempre. Sus labios, su abrazo, lo que siento por ella... El problema es que ahora siento que nunca fue suficiente.
Mientras la beso mi mente recuerda otros labios, otra explosión que me pilló desprevenido al besar a Lu, al sentir que besarla era lo mejor que me había pasado en mi vida. Lo llamé deseo, ahora siento que deseo es lo que sentí por Levy, tal vez también cariño de amigos, pero empiezo a ser consciente de que confundí amistad con amor.
Levy se separa cuando yo no sigo el beso y me besa de nuevo. Me quedo quieto. No soy capaz de besarla. No cuando no paro de ver a Lu en mi cabeza. Cuando comparo estos labios con los suyos y me siento tan vacío sin ella. No cuando al fin soy capaz de reconocer lo que me pasa.
—La amas. Jellal tenía razón.
Abro los ojos impactado y veo a Levy rota de dolor.
—Levy—trato de consolarla, pero que no niegue sus palabras hace que caigan por su cara un torrente de lágrimas.
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La enfermedad del Amor ||Nalu|| [ADP]
FanfictionLucy acaba de descubrir como su novio le engañaba con su mejor amiga después de sufrir un duro golpe. Dos traiciones en una sola noche harán que salga de casa con lo puesto, aunque esto sea un ridículo cancán de color rosa y unos zapatos puestos con...