Misterio en la mansión Boscombe

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Hoy a las 5:30 en el Club. -MH

Habían pasado cinco días, cuando Clara recibió una respuesta y tras revisarlo, decidió seguir con su rutina habitual.
A las cinco y 27 llegó al Club Diógenes, buscó a Boris y lo encontró como siempre en la recepción.
-Señorita Clara, tengo ordenes precisas; por favor sígame- pidió él
Clara solo asintió y caminó por el vestíbulo de Club, donde de lejos observó a muchos hombres que estaban sentados en completo silencio o simplemente leían el periódico. Después subió unas escaleras, para ser dejada en una habitación alejada de todo ese silencio.
-Como te habrás dado cuenta, aquí es el único lugar donde podemos hablar con tranquilidad- habló Mycroft
-Por lo visto sí, es un lugar muy silencioso- respondió Clara y tomo asiento frente a Mycroft, -y bien Holmes mayor, responderás a mi pregunta- habló ella de manera directa.
Mycroft sonrió; esa cualidad siempre le agradó, si tan solo todas las personas fueran como Clara, se evitaría charlas innecesarias.
-No hay mucho que decir, es cierto que en los últimos meses ha habido más crímenes en Londres y su nombre ha resonado en algunas ocasiones, pero nadie lo ha visto y puede que tal vez no sea una persona
-Entonces parece ser una red criminal- habló Clara
-¿Por qué el repentino interés, sucedió algo, no es así?- pregunto Mycroft con suspicacia
-Sherlock le preguntó acerca de Moriarty a Clay, este le respondió que si valoraba su bienestar no lo volviera a hacer- explico Clara
-Así que mi hermanito se ha interesado por saber de qué se trata- respondió Mycroft un poco interesado
-Eso parece y cuando Sherlock se precipita no hay nada que pueda frenarlo- mencionó ella
-Esa es tu preocupación, ya tan rápido te importa- preguntó burlón Mycroft
Clara lo miro y sonrió muy divertida como si hubiese descubierto un secreto de Estado y eso descolocó a Mycroft.
-Es cierto que Sherlock me cae mejor entre más lo conozco, pero esa no es mi preocupación completa- respondió ella
Mycroft la miro invitándola a continuar hablando.
-Me parece que si Moriarty se vuelve un asunto peligroso, creo que debo estar al tanto de ello, no sé, para estar preparada por si sucede algo; además no es mi trabajo cuidar a Sherlock- explicó ella
-Cuidarlo, no; solo es una especie de vigilancia- corrigió él
-Y también cuidarlo, si hace falta- debatió Clara
-La preocupación y el cariño no son una ventaja- respondió Mycroft con simpleza
-Pero sin duda te estás preocupando- replicó ella
-Estás siendo emocional- mencionó él con dureza
-Yo- respondió Clara y nego con la cabeza para luego exclamar, -Mycroft, dime que no esperas a que yo también crea esa pantalla del hombre que no tiene corazón

Mycroft colocó una mirada seria casi glacial, aunque en el fondo sabía que Clara tenía razón, además no era la primera vez que se lo habían dicho. Por su parte Clara se levantó y caminó hacia los ventanales donde mantuvo su mirada fija.
-Para cualquiera que desee estudiar a las personas este es un sitio excelente- dijo ella
-Puede ser un buen lugar- aceptó Mycroft que se coloco a su lado
-Por ejemplo, mira a esos dos hombres, Mycroft; ¿qué deduces de ellos?
-El jugador de billar o el otro- habló él
-Exactamente, el otro- respondió Clara
-Es un soldado retirado- comenzó Mycroft
-Parece que sufrió una pena muy grande, sin duda es viudo- comentó ella
-Sirvió en Irak
-Comandante- exclamó Clara
-Y con un hijo- respondió Mycroft
-Hijos, Mycroft; lleva artículos para bebé y también otros juguetes sin duda para un niño más grande- corrigió ella
Mycroft le miró complacido y exclamó, -si pasará algo mayor, yo te informaré
-Gracias- mencionó Clara
-Sabes eres alguien muy molesta- pronunció Mycroft para verla y relajar sus facciones intentando sonreírle
-Lo que tú digas, Holmes mayor; ten un buen día- se despidió Clara de manera alegre y salió de aquella sala.

En la cafetería, Clara se encontró con una sorpresa.
-Sherlock
-Así que tienes al enemigo cerca- dijo Sherlock mirando el Club Diógenes
Clara sonrió y respondió -si tú lo dices, pero ¿qué pasa?
-John esta ocupado con su aburrido trabajo y yo...
-Tú qué- respondió Clara
-Buscóquemeacompañesalamorgue- habló Sherlock
-Espera, solo entendí 4 palabras
-Es simple, dije "vamos a la morgue"- mencionó él
-Morgue, a qué- preguntó Clara
-Fines científicos, vamos- dijo Sherlock y se levantó
Clara negó y con algunas señas, le indicó a Roger que regresaba después. Luego siguió a Sherlock y en medio de la calle dijo: -sí, Sherlock puedo ir, todo esta tranquilo en la cafetería
-Eres pésima usando el sarcasmo- habló Sherlock
-Y tú eres pésimo en pedir que te acompañe- respondió Clara
-Pero viniste- mencionó Sherlock y sonrió victorioso
Clara solo subió los ojos y ambos se dirigieron a Bart's.

Los Holmes, un Watson y una HudsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora