Veintiséis

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CAPÍTULO 26: Demonios.

















La noche había caído como una pluma al agua, silenciosa pero un momento único para apreciar. El cielo nocturno llamaba a las personas invitándolas a dejar que sus pensamientos tomen forma en los sueños, diciéndoles también que pueden llorar porque en la oscuridad nadie los verá, que sus temores deberán ser enfrentados cada que el Sol se esconde. La noche podía ser silenciosa y oscura, pero con su luz siempre te acompañará en cada momento que uno se sienta temeroso o confundido, desprotegido, solitario, sin fuerzas... ahí estará la Luna, siempre acompañando a las personas que la necesitan en las noches.

Porque en las noches, el ser humano deja salir sus demonios y debe luchar contra ellos.

Los ojos violetas de la Ghoul vagaban por todo el camino que debía recorrer, su piel pálida estaba cubierta por un enorme saco que la protegía del frío de aquella oscura pero linda noche, sus hebras plateadas se encontraban atadas en una desordenada coleta que demostraba lo descuidado y lo largo que estaba la cabellera del color de la plata.

Se movía con sigilo y con cuidado entre la gente, tratando de ser lo más cuidadosa que podía para no levantar sospechas o herir a una persona con su descuido. Pronto llegó al estudio de Uta y se adentró silenciosamente al lugar, su mirada violácea recorría con un poco de intriga todo el sitio y se acercó a pasos lentos al diseñador.

Úɴɪᴄᴏꜱ │ᴋᴇɴ ᴋᴀɴᴇᴋɪ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora