Era un día como cualquier otro en la vida de Mayte, o bueno, al menos eso era lo que ella pensaba. Estaba por enfrentarse a una cruda realidad que siempre estuvo frente a sus ojos y ella no había querido ver, se encontraba desayunando en la tranquilidad de su casa en compañía de su mejor amiga Fernanda antes de irse a trabajar, mientras platicaban la rubia no dejaba de ver su celular en la espera de alguna llamada o mensaje de Gerardo pues desde hace varios días no lo veía y la última vez que habían estado juntos lo había notado con una actitud muy extraña.
Fernanda: Ya, tranquila mi May, seguro después te llama -Dijo al ver que su amiga revisaba su celular por milésima vez.
Mayte: Es que lo extraño -Suspiró. No entiendo porque razón se desapareció de esta manera, pero me está preocupando -Dijo seriamente.
Fernanda: Ya sabes cómo es -Alzó los hombros. Amiga, de verdad estás tan enamorada de él? -La miró seriamente.
Mayte: Si -Asintió. Es un hombre maravilloso y hemos estado haciendo planes para casarnos muy pronto -Le dijo con entusiasmo.
Fernanda: Sabes que no me cae bien justo porque te hace este tipo de cosas, siempre desaparece y vuelve cómo si nada -Dijo seriamente. Pero si es tu felicidad lo acepto -Suspiró un poco frustrada al no poder hacer nada ante la situación.
Mayte: Por eso te adoro, Negri -Sonrió. Yo sé que a pesar de todo cuento contigo -La miró.
Siguieron desayunando hasta que escucharon el timbre y Mayte sonrió con la ilusión de que fuera su novio, para su mala suerte el que apareció por la puerta fue su amigo Damián y al parecer no estaba de buenas esa mañana por la cara que tenía.
Damián: Buenos días -Saludó seriamente. No, en realidad no tienen nada de buenos -Bufó.
Fernanda: Hola -Saludó amablemente.
Mayte: Que milagro tenerte por aquí -Sonrió. Te sientas a desayunar con nosotras? -Preguntó mientras lo veía.
Damián: No puedo -Negó. Tenemos problemas, Mayte -Suspiró. Muy serios problemas -La miró.
Mayte: Que pasa? -Se levantó de la mesa. Me estás asustando -Dijo con preocupación.
Antes de que Damián tuviera tiempo de responder Mayte le arrebató el papel que tenía en la mano, negó repetidas veces mientras lo leía y segundos después alzó su vista hacia Damián, su rostro estaba lleno de confusión y no podía creer lo que estaba pasando.
Mayte: Que es esto? -Preguntó.
Damián: Es lo que está pasando en la empresa -Dijo serio. Esta mañana llamaron para decirme que así nos dejó Gerardo, estuve revisando todo y el desgraciado nos hizo fraude, tenemos que solucionar con los clientes porque están furiosos -Suspiró.
Mayte: Pero cómo? -Preguntó sin creer lo que estaba diciendo. Esto no puede ser verdad, Damián -Se negó rotundamente. Estás seguro? -Preguntó guardando una mínima esperanza de que todo fuera una maldita mentira.
Damián: Estoy completamente seguro -Asintió. No sé cómo lo hizo pero es verdad -Suspiró. Ese tipo se aprovechó de tu confianza -Dijo seriamente. Ni una sola caja de vino está entregada y no hay ni un solo peso en la cuenta -La miró.
Fernanda: Maldito idiota, ese tipo te engañó, Mayte -Dijo furiosa. Te robó de la manera más vil que existe -Negó mientras se llevaba una mano a la cabeza.
Mayte: Es que no entiendo -Dijo mientras comenzaba a llorar. Cómo hizo esto? Y por qué lo hizo? -Preguntó con desesperación.
Damián: No dejó ni un solo cabo suelto, pero lo vamos a averiguar -Le aseguró. Esto no se va a quedar así -Dijo furioso.
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Solo tú
FanfictionFuiste tú quien calmó el desastre cuando todo estaba perdido, me abrazaste y se juntaron mis pedazos partidos, fui yo quién salvó tu corazón del vacío y lo llenó de ese sentimiento inesperado llamado amor.