Solo tú

Capítulo 60

Perdón por la demora y... ¡Que viva Acapulco!

A la mañana siguiente Manuel despertó sintiéndose muy en paz al ver que su esposa aún dormía entre sus brazos, la observó por un buen rato hasta que la vió empezarse a remover por la molestia que le causaba la luz del sol que se colaba por la ventana, al encontrarse con la mirada de su esposo una enorme sonrisa se formó en su rostro y se abrazó más a él ocultando su rostro en el hueco de su cuello, le dió unos cuantos besitos y después alzó su mirada para verlo, que bonito era despertar a su lado y poder disfrutar de esos momentos de amor.

Manuel: Buenos días mi vida, que tal dormiste? -Le preguntó mientras acariciaba su espalda.

Mayte: Dormí delicioso -Dijo mientras sonreía. Y tú? -Le preguntó.

Manuel: Igual -Le dijo mientras le daba besitos de forma tierna. Como se despertó bebé? -Dijo mientras acariciaba su pancita.

Mayte: Muy bien -Sonrió. Feliz de estar con papá -Le dijo mientras lo miraba con ternura.

Manuel: Después de desayunar pedí que arreglaran la camioneta para irnos al rancho -Le dijo mientras besaba su hombro.

Mayte: Estoy emocionada de pasar unos días tú y yo solitos -Dijo mientras disfrutaba de sus besos.

Manuel: Yo también mi amor, te voy a tener solo para mí y lejos de todo -Dijo mientras alzaba las cejas.

Mayte: Eso me suena a que vamos a pasar mucho tiempo en la cama -Se rió.

Manuel: Y te molesta? -La miró mientras sonreía ampliamente.

Mayte: Por supuesto que no, la verdad es que me encanta -Susurró sobre sus labios.

Manuel: Eso pensé -Dijo mientras le daba un beso largo. Vamos a bañarnos para después arreglar nuestra ropa y bajar a desayunar -Le dijo mientras acariciaba su mejilla.

Mayte: Vamos -Dijo mientras se levantaba de la cama.

Manuel observó su desnudez por varios segundos y después se levantó de la cama para ir detrás de ella, antes de entrar al baño le pidió a Emmanuel que le hiciera un importante favor que tendría que quedarse solo entre ellos, tenía que ser muy discreto porque no podía correr el riesgo de que alguien se enterara, su amigo le aseguro que esa misma mañana quedaría hecho el movimiento y que no se preocupara por nada, que disfrutara su tiempo a solas con Mayte.

Después de una hora el matrimonio Mijares ya estaba listo para irse al rancho, la nana, Isabel y Hanna se estaban despidiendo de ellos, la mujer mayor le pidió a Manuel que le permitiera un momento a solas porque no podía dejar que se fuera sin antes comerse con él el pollito que le había dicho la noche anterior, necesitaba pedirle que cuidara muy bien a su niña y que no volviera a comportarse como la otra noche.

Manuel: Dígame nana -Le dijo un poco nervioso.

Nora: Tú sabes muy bien de que quiero hablar contigo -Dijo seriamente.

Manuel: Si, yo sé -Asintió. Le pido una disculpa a usted también por todo eso -Dijo mientras la veía.

Nora: Los problemas de pareja son de pareja, pero Mayte es mi niña, es lo único que tengo y no me gusta verla sufrir -Le dijo claramente. Solamente te pido que la cuides mucho y que no vuelvas a dudar de ella por favor, esa mujer está perdidamente enamorada de ti y no tiene ojos para nadie más, no creo que se merezca seguir llorando después de todo lo que ha pasado -Suspiró.

Manuel: Le prometo que nunca más volverá a pasar algo así nana, yo voy a honrar mi promesa, voy a hacer muy feliz a Mayte, la voy a amar con todo mi corazón y le daré toda la paz que se merece -Sonrió. No volverá a haber una pelea entre nosotros y mucho menos la haré llorar -Le aseguró.