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“No debés temer mi amor,  porqué siempre te acompañaré.”

-Ya deja de gri- el castaño enmudeció apenas oyó lo que su esposa le dijo

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-Ya deja de gri- el castaño enmudeció apenas oyó lo que su esposa le dijo.

Vio de reojo como una nerviosa mitad pelirosa - mitad peliblanca caminaba hasta la cama matrimonial y tomaba asiento allí.  Pestañeó un par de veces para voltear a verla,  notanto que esta se cubria el rostro.

-Qué?  -preguntó pensando que tal vez habia oido mal.

-Estoy embarazada. -repitió esta vez de foma más calmada.

El hombre de largos cabellos castaños camino descalzo,  sientiendo el frio del suelo acariciar las plantas de sus pies,  hasta tomar asiento en la cama a un lado de su amada.  Miro a un punto fijo en la pared mientras oia los leves sollozos de su esposa.

-Lo... Siento.. -murmuró la oji gris.- Se que no....  Planeábamos tener hijos aún... Yo en verdad lo siento...  -sollozó.

Kame estuvo llorando durante unos segundos,  aunque en realidad había estado llorando desde que llego del hospital junto con Ino. Ella sabía muy bien que Neji aun no deseaba tener hijos,  porque a pesar de tener 21 ambos creian que era muy pronto para tener otras responsabilidades. 

"Primero quisiera tomar el puesto como Lider del clan,  tal vez luego de eso podriamos tener nuestros propios hijos... " recordó lo que le habia dicho su esposo luego de enterarse del embarazo de Hinata. 

Y si era completamente sincera,  ella tampoco se sentia preparada para ser madre.  No era que no quisiera tener hijos,  claro que quería!  Pero era realmente joven,  solo tenia 20 años. No era muy capáz de cuidarse a si misma,  entonces como cuidaría a alguien más?  Esas eran sus principales preocupaciones,  temía que el tener hijos sea un nuevo peso sobre sus hombros.

Por eso cuando la doctora le mostró el ultrasonido,  indicándole cual era su bebé de cinco semanas,  casi se desmaya en la camilla.  Ella creyó que tal vez tendria nauseas gracias a alguna comida que le había caido mal, y que la sensibilidad en sus pechos y el sangrado,  que la doctora le explico que era de implantación,  se debian a su menstruación y no a que cargaba con una lenteja en su vientre.

Sin duda alguna se habia asustado y alarmado muchisimo pero gracias a Ino,  quién amablemente la acompaño hasta su casa,  logro calmarse durante un tiempo.  Pero con la llegada de su esposo al hogar,  miles de dudas volvieron a insertarse en su mente.

Pego un leve saltó en el lugar cuando sintió los fuertes brazos de su amado rodearla,  logrando asi que su llanto cesará.  Una vez pudo calmarse logro destapar su rostro empapado de lagrimas,  miro temerosa a un lado encontrándose con esos orbes perla-lila, que tanto amaba,  completamente llenos de gotas saladas.

-De cuánto estás?  -preguntó el mayor una vez logro volver a ver esos preciosos orbes grises. 

-Cinco semanas... -murmuró con la voz quebrada,  y se asusto al ver que sus esposo comenzaba a llorar.- Y-Yo en verdad... Lo siento tanto...  -trato de decir.

El castaño la miró aun con las lágrimas cayéndo por sus mejillas y el nudo en su garganta,  logró abrazarla un poco más fuerte y depositar un pequeño beso en la nariz de la menor.

-Amor,  no tienes que disculparte. -sonrió levemente.- No es tu culpa,  yo fui quién no se cuidó.

Dicho eso comenzó a darle pequeños besos por toda la cara de la bicolor,  haciendo que la chica parpade un par de veces sin entender como él se habia tomado la noticia.

-Estas...  Enojado? -se atrevió a preguntar,  logrando que su pareja deje de besarla y se separe levemente de ella para mirarla con el ceño fruncido.

-Qué?  No! No estoy enojado. -negó seriamente.- Solo estoy... Realmente feliz.  -confesó tras una pausa.

-De verdad?  -preguntó confundida,  pues creia que su esposo tal vez se molestaría.

-Si!  Se que no fue lo que planeamos...  Pero es nuestro bebé  -sonrió para luego besar los labios de su esposa.- Tú estas molesta?  -preguntó luego de haber terminado el beso. 

Sabia perfectamente que la reacción de su esposa importaba,  después de todo ella sería quien llevaria al bebe por nueve meses.  Y si ella no se sentía cómoda,  no la obligaria a tenerlo.

-Yo... Estoy asustada. -confesó mirandolo a los ojos.- pero se que podré hacerlo, que podremos ser padres. -sonrió

Luego de haberlo pensado durante unos segundo de camino a casa,  Kame realmente se habia dado cuenta de que a pesar de sus miedos ella seria capaz de llevar a su bebé.  Claro que fue una sorpresa y lo que en verdad le asustaba era la reacción del mayor, pero al ver que se tomó bien la noticia ahora estaba feliz.

-Kame Hyuga,  me haces el hombre más feliz en la tierra.  -sonrió para volver a besarla.

long life [Neji Hyuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora