Buenas noches. (YOONMIN)

12

Su mirada frustrada de Chanmi me imploro que lo hiciera mejor. Y bueno no podia dejarla sola en el escenario. 

¿Realmente era todo? 

Habian pasado 10 minutos, en los que Chanmi y yo bailamos. 

La música era un tanto seductora, pero tenia la vibra adecuada para su apariencia, claramente no tuve de otra que improvisar y seguir el estilo de ella, como si fuera un bailarin de respaldo. Era impresionante lo perfecta que era esa mujer, sencillamente nacio para ser hermosa. 

Su cabello largo y azabache, acariciaba el aire, escuche a mas de uno jadear soprendido. Habia tomado una silla, y con las manos en el asiento, ondeo sus caderas en el aire, su pecho se movia en suaves circulos, una vista sumamente tentadora. Definitivamente sabia lo que hacia, jugar con la imaginación de las personas ¿Que harias tú, si se sentara en tu regazo?

Termino la presentación cruzándose de piernas, una pose que destello feminidad.

Muchos nos aplaudieron, pero contrario a lo que esperaba, Chanmi solo me miraba con lastima. La mire interrogante, algo no me sonaba bien.

—Por favor no me odies Jimin

Me dio un apreton en el hombro, y salimos del escenario. Regrese al pasillo aterciopelado, ahi ya nos esperaba un hombre, con una carpeta en la mano. A Chan-mi le dijo algo, que no logre entender, pero la mirada que me dirigio fue triste, hizo que me detuviera. 

Tristeza y lastima pura, como cuando un dueño se despide de su fiel mascota que sacrificaran en la veterinaria. La ansiedad me estaba carcomiendo internamente, solo queria terminar esto.

Chan-mi parecio suplicar algo, hasta que el hombre asintio fastidiado. Con cautela camino hacia a mi, pero no me miraba a los ojos, incluso vi sus manos temblar, me coloco unas esposas y acaricio mis manos con dulzura.

—Jimin, bebe esto

Abri la boca, pero las palabras quedaron atrapadas. En su mano extendia un vaso de plástico, con lo que parecia agua simple, pero por la actitud de Chan-mi deduje que no lo era.

—Que...que es esto? Quieres drogarme?

—Creeme que rogaras estar drogado, consideralo un favor mio

¿Que carajos?

—Que te sucede Chan-mi, no voy a ingerir drogas, ¿Por quien me tomas?

Cuando Chan-mi alzo su mirada, el arrepentimiento de haber dicho eso me azoto.

—Si, soy un maldita drogadicta, y tambien se por que te estoy diciendo esto.

El hombre volteo fastidiado y tomo con fuerza el antebrazo de Chan-mi, ella dejo caer el vaso asustada. El hombre sonrio y la libero de un empujon con burla. Poco a poco vi, como en sus mejillas caian lagrimas negras, arrastrando su glamuroso maquillaje y agachaba la cabeza agotada, no volteo a verme, se alejo en el pasillo hasta que entro a una de las habitaciones.

Tiempo no tuve de razonarlo. Saco un arma y la coloco en mi nuca mientras apretaba mi brazo. Decia tantas cosas, pero no entendia. No habia nadie, solo la musica de piano y el ruido sordo de nuestros pasos. 

La sensacion de tener un arma en tu nuca, es paralizante, como si el respirar te condenara a morir.

—¡Bingo!

Escuche al detenernos enfrente de una habitacion. El hombre toco la puerta con delicadeza, como si la etiqueta realmente le importara. Se abrio la puerta, y el terror puro me recorrio.

—¡Por favor! ¡te lo suplico no me dejes!

Comence a gritar, y me aferre a la cintura del hombre. Esa punzada de en el estomago son de las peores que podria narrar, el tiempo se terminaba para mi. Enojado, me aparto y metio la punta del arma en mi boca de un solo golpe. 

Tosi y gemi por el dolor.  

—Shut up or this i'll be your final 5lut!

Solloce, y negue alzando mis manos esposadas cediendo. Como si fuera un niño, con una fuerza considerable me empujo dentro de la habitacion, no antes sin chocar las manos en un gesto amistoso con la persona que alquilo este espacio. 

Dentro de mi alteración, mire a todos lados, en busca de algun objeto para defenderme. Esta situacion carecia de logica para mi, sinceramente.

Y es que analicemos, ¿por que razon solo pagarias para golpear a alguien? Es ridiculo colocarme en una situacion aun mas dificil, pero sigue siendo muy ligero este hombre a lo que ya interprete, el tipo de servicios que se brindan en este lugar.

Quiza se sienta inferior, o lleva una vida frustrante en la cual yo le hago sentir en otro nivel. No lo se, la psicología no es lo mio.

Su risa me saco de mi bucle, y pense "dejalo terminar".

Este hombre no iba a matarme, ni siquiera tenia un arma, solo era su desahogue temporal, ven a mi.

Me solte en un llanto ruidoso, que por lo visto le agrado. Observe la cama, con una colcha bordada, algo tradicional, pero cómoda. Si quería vivir, al menos debia recibir mi golpiza en una suave cama.

Y eso hice, me lance a la cama. Y al instante, este hombre corrio hacía mi, como un perro babeante. Abrace mis piernas y respire hondo antes de recibir el primer puñetazo a mi costado. Joder, me dejo sin aire.

Desesperado continuaba, pero a este punto la adrenalina del miedo me mantenia consiente, y sabia que se cansaria cuando ya no pudiera quejarme más.

Bien, da un golpe certero y mandame a dormir.

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D.