Capítulo 7

61 4 0
                                    

-¡No Gerard, no abras esa puerta! – Me grita Frank pero yo sonriente sigo con mi cometido.

Puedo escuchar una voz que me dice “hay una presencia maligna” mientras se ríe umm Mikey dice que esos tipos de risa son “málvalas”…. ¡Malévolas perdón! Creo saber de quién es esa voz y no, no es de Bob.

Me acerco más a esa puerta resplandeciente, no puedo dejar de avanzar pero creo que me encuentro dentro de una boca, la boca de un monstro ya que estoy cubierto de baba, no puedo dejar de avanzar, pierdo fuerza cuando estoy a punto de desmayarme llega Frank a salvarme y me arrastra lejos de ese lugar.

Me quedo cansado en el piso y lentamente voy abriendo los ojos…

-¿Necesitas algún otro favor Mitch? – Digo mareado por lo recién sucedido cuando de repente…

- ¡Oh Frank! ¿Dónde está Mitch?
-Gerard… - Me ofrece agua la cual acepto, en realidad estaba sediento aún estando empapado de saliva – Eso no pasó…
-¡¿Cómo que no?!
-Recuéstate un rato Gee… ¿Podrías proceder a lo que te he pedido que hicieras?

Asentí con la cabeza y tomé mi libreta donde anotaba todas esas vivencias a las que Frank llamaba “alucinaciones”. Al leer Frank mi reciente acontecimiento se recostó conmigo y me abrazo diciéndome “Nada fue real Gerard, no tienes por qué estar asustado, tienes a una persona real y viva que te va a proteger de todos esos demonios que te atacan dentro de tu mente” Bien, nota mental: ese sentimiento se llama “miedo”, se da cuando sientes muchas palpitaciones en el corazón, no sabes qué hacer y estás en… ¿Suspenso? Suspenso, sí, como las películas. Las palabras de Frank me hicieron sentir mejor.

Tal vez sea cierto ¡Estoy loco! A punto de perder la cabeza, ese sentimiento quedamos que era… oh ¡Miedo! Tengo miedo. Esperen ¿Dónde usé esa palabra? Ah, creo que sí la conocía después de todo, pero gracias a Frank tengo un concepto más completo, a veces uso las palabras sin saber. Sí, Mikey me dijo que podía usarla.

Frank no pudo permanecer a mi lado calmado mucho tiempo, empezó a respirar de forma agitada.

-Frank, tu también cálmate.
-Mejor pondré a secar tu ropa y te buscaré algo limpio y seco – Dijo enseñando los dientes.

¡No me digan! Estaba sonriendo ¿verdad?

Frank regresó mordiendo un lápiz y me entregó mi ropa.

-Toma, cámbiate ¡Uh la tarea!
-Tienes razón.

Me cambié rápido de ropa y me puse a hacer mi tarea, era de Formación Cívica y Ética.

“Describe cómo te has sentido estos últimos doce días”

-Mejor haré la de matemáticas.
-No hay tarea de matemáticas.
-Voy a hacerla.
-Oh vamos Gee, no está tan difícil, sólo reflexiona.
-No Frankie, no identifico “sentimientos”, sólo no me gusta fijarme en eso, prefiero analizar otros pequeños detalles de la vida; por cierto, lindo piercing falso.

Frank hizo una cara con mi comentario.

-Entonces sólo escribe lo que pasó.

Asentí con la cabeza y eso hice, vaya, eso sí fue fácil, sólo hacer memoria.

-¿Y cómo te hace sentir eso? – Me preguntó Frank y yo me quedé callado un tiempo.
-¡No sé! ¿Mal?
-Tienes que ser más específico.
-¿Con miedo?
-Descríbeme con tus palabras cómo te has sentido.
-Mal Pero feliz contigo. No sabía qué hacer con mi hermano ¿Cómo se llama cuando alguien hace algo malo, en tu contra cuando tú fuiste bueno con él?
-Traicionado.
-Ah, pues parece que así me siento.
-Muy bien Gee, escríbelo – Dijo Frank de nuevo con esa mueca, su sonrisa, me gusta.

Terminamos la tarea y vimos una película llamada “El Viaje de Chihiro” Frank me hacía caricias mientras yo estaba recostado en su hombro y el no paraba de comer palomitas.

-¡No te las acabes!

El rió y me las pasó, yo llené mi puño con ellas y me las metí a la boca, amaba llenar mi boca hasta el tope de algo sabroso.

-Gee, te amo.

Tuve una sensación tan jkdsajgfs como un concierto de hardcore dentro de mi estómago.

-Y yo a ti.

Los dos nos quedamos tranquilos, viendo la película, no he narrado muchos momentos como estos…

Llegó la parte donde Chihiro se encuentra con esa cosa negra.

-Yo una vez vi a ese sujeto – comenté – habló conmigo sobre pepinillos, dijo que volvería.
-Gerard, a veces me preocupas, y mucho.
-¿Por qué?
-¿Cómo decirlo sin que te sientas mal? No es de cuerdos tener esos pensamientos y vivencias.

Me quedé callado, pensando en lo que dijo Frank, ¿Y si era cierto? ¿Soy un loco sin remedio? No, yo estoy bien, pero es tan jadfdksgf xc que nadie entienda ni vea todo eso, parece que soy el único, por eso no me gusta relacionarme mucho con las personas.

-Es demasiado lkjashfglkjgorv xc que nadie me entienda.
-¿Desesperante?
-¿Eso es cuando no soportas y no sabes qué hacer?
-Digamos que sí.
-Entonces sí.
-Gerard, yo trato de entenderte, pero creo que debemos buscarte ayuda.
-Veamos la película – Dije ignorando lo que dijo Frank.

Terminó la película y comencé a pensar en Mikey cuando lo encontré desangrándose. Ahí fue cuando me di cuenta de que mi fobia a la sangre había desaparecido, me armé de valor para salvar a un ser que quería y la superé, hasta la fecha sólo empezaba a soportar la sangre en anime, hay animes gore con historias muy buenas que no me podía perder.

-Doce huellas de sangre.
-¿Y tu quién eres? – Pregunté sin tener idea de qué pasaba.

Él ya no contestó, me quedé tan pensativo que más tarde Frank aseguro que tenía la mirada ida y que parecía estar en una especie de trance, me concentré mucho.

-Frank, me mata la curiosidad, vamos a mi casa.

El asintió con la cabeza y nos fuimos caminando, estaba a 6 cuadras, 2 Oxxos a la derecha (que risa ¿no?), se ve que nadie quiso tocar nada, la señora que nos ayuda con la limpieza venía hasta el día siguiente y se lo dejarán a ella seguro, conté las huellas que dejó mi zapato “uno, dos, tres, lechuga, cinco, seis, t, ocho, nueve, diez, once… y doce” Me dio miedo (ya me lo aprendí). Ah y sí, a mi me gusta contar así.

-¿Volvemos a casa? – Me preguntó Frank.
-Vamos, tenía esa duda solamente.

Le sonreí y él me sonrió, nos fuimos a casa no sin antes pararnos en un Oxxo para comprar pizzas congeladas para cenar, Frank no es de esos que comen muy saludable.

-Mañana comeremos ensalada con pollo.
-¿Le puedo poner crotones y frituras?
-Ponle lo que quieras.

Una vez que salimos de la tienda me besó y regresamos seguimos a pie de la mano, fue como para ir y regresar al sur de Chile, sería muy cansado e imposible pero me gustaría desafiar las leyes del tiempo y hacer durar ese tipo de momentos con Frank para siempre, sensaciones que sólo se pueden describir con asdfghjklñ.

A cenar, ponerse la piyama y dormir, ese fue mí día, un día para recordar.

Enfermedad En Casa (Drowning Lessions).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora