Capítulo 14

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Narrador omnisciente: Los doctores no creen que Mikey vaya a salir pronto, quizá nunca, así es, el hermano Way más joven pasará el resto de su vida en un manicomio.

El hermano mayor de los Way y el enano favorito de la mayoría de las que están pasando su mirada, prestando atención a este escrito tratando de captar el mensaje, quieren despertar, sueñan con ello, sueñan juntos.

Era invierno víspera de navidad, mientras el resto de las familias pasaba su navidad llena de alegría, regalos, comida y esperanza, en aquel hospital reinaba la duda y desesperación, todos deseaban desesperadamente convivir con ese ser que se encontraba tan grave, por allá de las 7:42 bien se pudieron escuchar las primeras ambulancias anunciando los primeros intentos de suicidio navideños de este año, en los hogares abundaba la felicidad y en los hospitales no paraba el llanto, la familia Iero estaba llorando por su hijo y ¿Para qué mentir? La familia Way se encontraba comprando condones.

Bob, más bien, el fantasma Bob Bryar se encontraba tan contento y conforme, no abandonó su posición desde que fue interrumpida por la necesidad o más bien capricho entendible y concedido de Ray, ni su esfuerzo desde la tragedia ocasionada por Michael. Raymond Toro y Robert McCracken comenzaban a hacerse presentes en la sala donde estaba por ocurrir, no un milagro de navidad, un “milagro Bryar” si es que claro podemos hacerlo llamar milagro, Robert se acercó a Gerard para compartirle unas palabras.

-Gerard, amigo, hermano, siéndote honesto, tú conoces mi personalidad, y ahora, sólo quiero ser abierto contigo, espero que puedas escucharme, estoy muy agradecido contigo por todos los momentos que hemos pasado y todo lo que has hecho por mí, no sabes cuánto deseo volver a convivir contigo, compartir locuras, gustos, momentos, por favor amigo, despierta.

Al mismo tiempo que Robert se expresaba nostálgico con su amigo Gerard, Raymond se encargaba de compartir sus pensamientos de Frank hacia el mismo

-Frank, conozco la situación, no te culpo, sólo hiciste lo que tu corazón te dijo que hicieras, odio cada segundo que no estoy con mis mejores amigos, ustedes son lo más grande e increíble que tengo en mi vida, me encanta pasar mi tiempo con ustedes, tengo demasiadas ganas de que por fin despierten.

Ambos chicos se pusieron de rodillas y miraron a sus amigos con cara de angustia, a coro les dijeron “feliz navidad” y les dieron un ligero abrazo con tal de no lastimarlos o algo, sabían que se encontraban débiles. Repitieron el mismo acto Raymond con Gerard y Robert con Frank, ambos estaban casi dispuestos a abandonar la habitación cuando visualizaron un leve movimiento de Frank, sus párpados comenzaron a abrirse, 20 segundos después los párpados de Gerard se abrieron de igual manera, la felicidad inundó a Robert y Raymond.

No fue un milagro de navidad, fue un regalo y un esfuerzo que hizo el mejor amigo de Gerard, vivo o muerto, en este caso muerto, Bob Bryar.

Enfermedad En Casa (Drowning Lessions).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora