Capítulo 12

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Después del incidente ocasionado por Mikey este fue encerrado en máxima seguridad y comenzó a recibir terapias con Krysta ya que era la doctora con la que se entendía mejor, nuestros amigos Frank y Gerard se encuentran en un profundo estado de coma que por causas innombrables de momento se encuentran conectados, por lo que sueñan lo mismo Raymond y Bert están al pendiente de sus amigos a todo momento, casi viven en el hospital, la madre de Frank está en una depresión tan profunda por su hijo que la mitad de su día está en el hospital con su hijo, está 2 horas en el psicólogo y el resto en el trabajo donde dejó de rendir igual y está a punto de entrar en estado de incapacidad por depresión, por otro lado los padres de Gerard están tan despreocupados que si no fuera porque Ray les dijo ellos no tendrían la más mínima idea.

Cada loco por su cuenta ¿Por qué no dejamos a Raymond con la narración?

Hola amigos soy Raymond Toro amigo de Gerard y Frank, la neta se siente bien gacho todo esto, aún no puedo creer lo que hizo Mikey, ahorita les estamos dando todo el aguante que podemos con Bert, llevé mi guitarra acústica para ver si con musiquita despertaban y pos no.

-Bert ¿Qué vamos a hacer? ¿Crees que despierten?

Bert movió los hombros de que no sabía, es cierto, el chico es muy callado.

Eso me recuerda a algo que leí el otro día de un chico que era mudo, y hacía muchas señas, escribía ¡Era muy inteligente! Y oh bueno.

Saqué mi mochila, estaba aburrido y dejaron muuuuucha tarea. Español, umm “lee el siguiente texto y responde ¿Qué clase de narrador es? ¿Qué dice sobre la moda en los 80’s?” umm moda, como la canción de Green Day.

Tengo esa mala costumbre de rayar los libros y usar palabras para poner canciones de las bandas que me gustan.

-Oh rayos, ¡Ya despierten por favor!

-¿Quieres comida? – Dijo Bert sacando su lonchera.
-Sí por favor.

Bert sacó dos hamburguesas, dos latas de refresco y dos bolsitas con papas fritas, tomé una, oh rayos, estaba deliciosa.

Me sentía muy incompleto, sin Gerard, sin Frank, sin Mikey, aunque con Mikey estoy muy enojado, ya ni yo soy tan infantil, y sádico a la vez… no era necesario, hablaría con el pero no puedo y seguro me mataría, literalmente…

Una vez más, me levanté con mi último pedazo de comida y me dirigí al cuarto donde estaban mis amigos, los miré, primero Frank, pasé un trozo de hamburguesa por debajo de su nariz esperando que el olor a comida lo despertara, luego Gerard esperando lo mismo, los miré a los dos “Por favor despierten” Era como mi ritual de todos los días.

Se hizo tarde, Bert y yo terminamos la tarea y tuvimos que irnos.

Yo no me fui a casa, no me importa, quería ver a Mikey e iba a ver a Mikey.

-¿Qué estás tramando?
-Iré a ver a Mikey.
-No puedes, es muy peligroso.
-No me importa.
-Entonces iré contigo.

Y así fue, una noche oscura y lluviosa, lo que quedó de ‘My Chemical Romance’ (incluyamos a Bert, es nuestro amigo) fue a buscar a una parte de su mismo grupo, a su amigo.

Toqué la puerta.

-Queremos ver a Mikey Way.
-Está cerrado y ese chico es muy peligroso.
-Es nuestro amigo.
-Entonces sabrán que asesinó a su hermano, y lo peor, es homosexual, que asco, ese hombre es un enfermo.
-Ahora nos dejas pasar.
-Aunque quisiera no podría.

Molesto, bueno, molestos nos retiramos, de pronto Bert se paró.

-¿Qué ocurre? – Dije en voz baja.
-Hay una ventana abierta.
-¿Quieres que nos metamos por ahí?
-Si tu quieres.
-Vamos.

Lo miré sonriente pero nervioso a la vez ¡Esto será una gran aventura!

Nos escabullimos, yo y mis rulos cupimos a la perfección por aquella ventana, caminábamos despacio y sigilosos, mi corazón latía a mil por hora, era lo más arriesgado que había hecho, y he hecho muchas locuras. De  pronto escuchamos ruidos.

-Finge estar enfermo – Me dice Bert susurrando y yo tosí –No burro, bipolar o no sé, ven, mejor vamos al baño.

Estaban cerca los baños, llegamos en unos pasos (doce).

-¿Cuál es el cuarto de Mikey?
-El doce pero de la máxima seguridad.
-¿Estás seguro?

Salí del baño, no lo sabía, pero algo me decía que lo era, una presencia familiar que rápido se esfumó, como si tuviera prisa, estuviera haciendo algo importante y sólo vino a decirme lo que necesitaba.

Nos quitamos los zapatos quedando en calcetines para hacer menos ruido y subimos. Llegamos.

-Bien genio ¿Y cómo abrimos? – Me preguntó Bert.

Me quedé pensando hasta que recordé mi cuaderno que siempre llevo conmigo y una pluma “Mikey somos nosotros” escribí en un papel que arranqué con un cutter.

-El siempre reconoce mi letra.
-Rayos Ray, eres un idiota, pero un genio a la vez.

Rápidamente recibí respuesta.

“¿Qué quieres Ray? ¿Vienes solo?”
“No, Bert está conmigo y nada más, lo prometo ¿Cómo estás?”
“Mal, pero feliz de verte, oye amigo, mejor vete”
“Mikey mejórate porque tú y yo tenemos que hablar y eso no pasará hasta que dejes de representar un peligro SEGÚN LO QUE DICEN TUS DOCTORES”
“Bah, patrañas, pero haré lo que pueda, buenas noches, enserio, ya no contestes ni un ok, sólo vete”.

Le hice caso, guau, el día de hoy fue todo una aventura, jamás lo olvidaré.

Enfermedad En Casa (Drowning Lessions).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora