Había pasado una semana de su pesadilla y afortunadamente no había vuelto a suceder, su relación con Pamela se había hecho más estrecha y aunque le gustaba también sabía que era algo negativo pues ambos sufrirían más al separarse, incluso habían llegado a hablar del futuro y aunque él le había dicho la verdad, porque realmente quería eso con ella, se sentía como un hipócrita al hacerlo. Recordaba cada palabra.
-¿Nunca te has puesto a pensar en ello?-preguntó la mujer mientras estaban abrazados en la sala de su departamento.
-No soy mucho de pensar a futuro cariño-respondió-, pero, lo que sí te puedo decir es que es algo que me encantaría.
-¿Sí?-preguntó sonriendo.
-Por supuesto que sí-asintió viéndola a los ojos-, te amo demasiado y nada me haría más feliz que tener toda una vida contigo.
Ella no dijo nada más, su sonrisa y su mirada lo decían todo, notando esta última más radiante, con más brillo y eso lo enloqueció, se notaba la emoción en ella, claro que quería una vida a su lado y se prometió luchar por ello una vez que todo ese embrollo terminara, faltaba cada vez menos tiempo.
Tenían solamente una semana antes de que Claudia regresara, tenían perfectamente preparada la carpeta de investigación con pruebas suficientes para demostrar la inocencia del hombre, primero debían mostrársela a ella y hablarían sobre las pruebas falsas, esa era una gran interrogante porque, según sus indagaciones, Valeria no estaba ni mínimamente enterada de la investigación como que fuera ella quien mandara dichas, si así fuera lo habría enfrentado en cualquier ocasión en caso de que supiera su verdadera identidad, así que su origen era todo un misterio, todo estaba listo, Jessica y Elisa ya sabían perfectamente lo que harían cuando la bomba estallara, ambas se encargarían de llevarse a Pamela y ahora también a Ricardo para protegerlos, Martín debía ser custodiado por ellos mismos y por Leonardo, con quien, claro, Alejandro aun no hablaba, sólo faltaba una cosa para decirle todo a la familia Toscano que sólo era víctima, el archivo de la tercera delincuente.
Esa noche se sentía tranquilo y aliviado, en cierto modo, pues le habían hecho saber que en dos días estaría recibiendo la evidencia que le faltaba, así ese mismo día podría hablar con Leonardo y al siguiente con Martín, Pamela y Ricardo, casi sonreía por ello hasta que el tono de llamada en su celular lo detuvo, vio la pantalla y de inmediato cambió su expresión, era Claudia, “¿Ahora qué quiere?” se preguntó.
-¿Hola?-respondió sin ánimos.
-Alejandro, te aviso, mi regreso a la ciudad se adelantó, mañana se hará el operativo, así que prepárate.
-¿Qué?-exclamó sorprendido- Pero faltan varios días para que se cumpla el plazo que me diste…
-Pero llegué antes y no le veo ningún sentido seguir esperando.
-Clau, la prueba que te dije me llega en dos días…
-No importa, la podemos recibir aunque Toscano ya esté detenido, así que te repito, prepárate, mañana se lleva a cabo el operativo-y sin más, colgó.
Eso no podía estar pasando, ahora que todo estaba de lo mejor y tenían la situación perfectamente planeada pasaba esto, soltó un suspiro frustrado mientras marcaba el número de Fernando para informarle. Jessica y Elisa también fueron contactadas.
-Creo que ya sé cómo llevármela-dijo Elisa.
-Confío en ti Eli-respondió Alejandro-, haz lo que consideres necesario.
-Por supuesto, pero tendrás que hablar con ella hasta después.
-Lo importante es que ella y Ricardo estén a salvo, Fernando y yo nos encargaremos de Martín.
ESTÁS LEYENDO
Amor Encubierto ©
RomanceA veces la vida nos lleva por caminos que jamás imaginamos pero que nos ayudan a evolucionar, aunque eso implique vivir bajo máscaras la mayor parte de nuestra vida, siempre en riesgo y nunca estable, Alejandro, un policía encubierto que poco a poco...