Capítulo 14 "A Casa"

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Despertó sola en la cama y comenzó a buscarlo con la mirada, fue su voz proveniente de la sala de la suite lo que le hizo saber dónde estaba, entró al cuarto de baño a refrescarse el rostro y buscó algo qué ponerse, vio la camisa de Alejandro en el suelo y miles de recuerdos llegaron, se la puso antes de salir a dónde él estaba, se encontraba sentado en un sillón dando la espalda a la habitación, en medio de una llamada telefónica que al parecer era del trabajo.

-Sí-decía el hombre-, entonces así quedamos, ¿Queda algún otro pendiente?...Perfecto, sólo me avisas cuál será la nueva locación...

Se acercó a él pasando sus manos por su torso desnudo a lo que él volteó a verla con una sonrisa jalándola para sentarla en su regazo.

-De acuerdo-continuó con la llamada mientras ella besaba su cuello sin borrar la sonrisa de sus labios y su mano comenzaba a colarse debajo de la camisa notando su completa desnudez-, entonces nos vemos mañana, siempre y cuando se sienta mejor, adiós-y colgó aventando el celular a otro sillón antes de abrazarla más y acariciar más detenidamente su piel.

-Buenos días cariño-saludó sin despegar los labios de su cuello.

-Maravillosos días diría-respondió buscando sus labios-, extrañaba verte con mi camisa.

-Y yo extrañaba verte sin ella-sonrió entre besos antes de sentir que la acomodaba a horcajadas sobre él y desabrochaba la prenda- ¿No tienes que ir a trabajar?

-No-respondió bajando sus besos hacia su cuello-, la modelo enfermó así que hoy no podremos hacer nada, pero tú y yo sí.

-¿Cómo qué?-preguntó emitiendo pequeños gemidos por sus besos.

-Dar un paseo por la ciudad, caminar por la playa, cenar en una linda terraza que vi cuando llegué y por supuesto, hacer el amor, esto último más de una vez.

Y dicho esto la tomó en brazos dirigiéndose a la habitación disfrutándose el uno al otro continuando en la ducha logrando salir de la suite dos horas después, se dirigieron a la suite que ella alquiló para cambiarse.

-¿Cuánto tiempo te vas a quedar?-no quería pensar en separarse de nuevo pero él tenía que quedarse al menos hasta terminar la campaña, ya ni siquiera pensaba en quedarse a vivir en España pero quería saber cuánto tiempo podría disfrutar de su compañía.

-Amm...-respondió sacando unos shorts y una blusa del armario-, una semana, ¿Sigues en lo dicho de quedarte a vivir aquí?-preguntó nerviosa mientras se deshacía de su vestido frente a él, tardó un par de segundos en responder pues se quedó embobado viéndola-, ¿Alejandro?

-¿Qué?-reaccionó volteando a ver su rostro-, Eso depende.

-¿De qué?-eso la confundió.

-De qué tan cerca de ti me quieras-sonrió.

-Lo más cerca posible-secundó la sonrisa terminando de cambiarse y acercándose a él para besarlo.

-Entonces no, no sigo en lo dicho de quedarme aquí, regreso a México contigo.

Dedicaron el día a recorrer algunos lugares emblemáticos de la ciudad, Alejandro por supuesto aprovechó la oportunidad para tomar diversas fotos de la arquitectura así como a ella en varios de estos lugares, entre ellos el barrio gótico, la rambla, el born, park Güell y por supuesto La Barceloneta, donde decidieron comer un refrigerio y continuar con algunas fotos siendo ella la modelo de aquella sesión, regresaron al hotel a prepararse para ir a cenar a aquella terraza que Alejandro mencionó, la convenció de mudarse a su suite por esa semana cosa que ella aceptó; llegaron al lugar dirigiéndose a la mesa más cercana a la balaustra y así poder admirar la ciudad; se veía hermosa con ese vestido de gasa color rosa pálido que lo dejaba ver sus hermosas piernas acompañado de sus sandalias altas color camel y su cabello cayendo en suaves ondas, él por su lado usaba unos pantalones casuales color negro, camisa blanca y zapatos y cinturón miel, disfrutaron de una deliciosa cena acompañada de una botella de vino y música en vivo.

Amor Encubierto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora