Los días pasaron y nada nuevo sucedió. Santi y yo seguíamos sin hablar, Oliver y yo lo hacíamos cada vez más aunque estas charlas no pasaban de los diez minutos que el se quedaba en la cafetería y entre medias de vez en cuando se encontraba Olly con el cual me encontraba de vez en cuando después del trabajo y con el que pasaba la mayor parte del tiempo. Estar con mi amigo me hacía de cierta forma sentir como en casa. Mi madre seguía llamando todos los días; en ocasiones ignoraba sus llamadas, otras pocas las contestaba y me arrepentía de haberlo hecho.
El miércoles por la tarde, en mi día libre, Olly me invitó a tomar algo al bar que habíamos acostumbrado a ir cada vez que tenía un rato libre. Cuando entré por la puerta, me sorprendí al ver a Oliver con el, sentado en la mesa, ambos esperándome. Era la primera vez que el chico se unía a nosotros. Saludé a los dos mientras me sentaba, aunque en realidad al único que miraba era a Oliver. Resultaba extraño lo mucho que me había alegrado el verle ahí sentado, el saber que iba a pasar unos instantes con el después de no haberle podido ver aquella mañana.
Oliver se levantó y fue a pedir nuestras bebidas a la barra.
-Espero que no te moleste que le haya invitado. -Se disculpó cuando nos encontramos los dos solos.
-No, no pasa nada. No me importa. -Le respondí con rapidez, riéndome hacía mis adentros tan solo pensando en si mi mi amigo supiese en realidad lo mucho que le había agradecido que lo hiciese.
Hablamos durante unos minutos de cosas sin importancia, reíamos sobre algo que Olly estaba contando y entonces, salió el tema.
-Sabes, creo que deberías de venir el viernes por la noche. -Propuso mi amigo sin explicar mucho más.
-Claro, que venga. -Aceptó Oliver aun sin decir de que se trataba todo ello.
Al final, tuve que preguntar.
-¿Que hay el viernes por la noche? -Ambos se miraron y sonrieron con complicidad.
-Ven y lo descubrirás. -Contestó Oliver, alzando ambas cejas con desafío.
Estuve insistiendo durante un rato más, pidiendo algún tipo de pista que y lo único que pude averiguar era que se trataba de un evento desconocido en un pequeño pub de la zona y que ambos se encontraban bastante emocionados por ello.
-Me lo pensaré. Al día siguiente trabajo y sinceramente, salir de noche no es una de las cosas que más me apetece hacer. -Vacilé, en un intento de hacer que me contasen el gran misterio al que se referían. Por supuesto que iba a ir, tan solo por lo insistente e ilusionados que estaban sabía que merecía la pena el hacerlo, pero quería sonsacarles algo de información. -Aunque si me dijerais lo que es... quizás hiciese un esfuerzo.
Los amigos volvieron a mirarse y al final Oliver se encogió de hombros.
-Quería que fuera una sorpresa. -Murmuró el pelirrojo.
-¿Una sorpresa? -Pregunté ahora con mucha más curiosidad y la sonrisa de mi amigo pareció iluminar toda la sala.
Esta vez fue Oliver quien respondió, como si no pudiera aguantarse mucho más.
-Han contratado a nuestro grupo para que toquemos el viernes. Será un pequeño concierto, no habrá demasiada gente pero aun así, es una gran oportunidad y además nos pagarán con dinero y no con bebidas como en los anteriores lugares así que...
No pude dejar que terminase de hablar.
-Espera, ¿tenéis un grupo? -Pregunté, creyendo haber escuchado mal. Los dos asintieron. -¿Como es posible que me acabe de enterar?
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Seremos eternos.
RomanceElla sueña con que sus historias sean leídas. Él desea que sus canciones sean reproducidas en todas las radios. Los dos tienen un sueño y los dos se están enamorando, ¿cómo iban a pensar que podía ser su propio sueño el que los acabaría separando? ...