II. Rumores Distantes

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    —Es talentoso y ya, no entiendo por qué se carcomen tanto la cabeza —Jung Ho Seok soltó una carcajada mientras deslizó la copa de vino de mano en mano, esperando con sus comentarios puntuales, irritar al menor de los Min

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    —Es talentoso y ya, no entiendo por qué se carcomen tanto la cabeza —Jung Ho Seok soltó una carcajada mientras deslizó la copa de vino de mano en mano, esperando con sus comentarios puntuales, irritar al menor de los Min. De inmediato el hermano mayor le miró con diversión, como diciéndole en silencio que estaba pisando aguas peligrosas y turbulentas.

    Eso pareció no intimidarlo.

    —No, no puede llamar a eso solo "talento" —refutó Nam Joon, quien, con una mano en la mejilla, escuchaba con atención lo que un caballero ebrio como Jung tenía para decirle—. Los humanos tenemos límites... límites físicos, ¿lo sabía usted?

    Llevaban un buen rato hablando con los inversionistas de White Star. Jung Ho Seok y Kim Nam Joon estaban alegres con los nuevos tratos cerrados que les permitirían abrir nuevas rutas y costear otra nave, usando siempre al talentoso ingeniero que era Min. Los negocios iban bien. Por eso es que se permitieron comenzar a beber, como si fueran amigos a los que se les conoce como a la palma de la propia mano. A su lado, los hermanos bebían también con suficiencia, realmente contentos de poder llevar la velada de una manera tan exitosa y sin contratiempos. Yoon Gi había estado preocupado por Jung Kook, pero el chico pareció desenvolverse bien en cuanto a la diplomacia se trataba. De nuevo se sintió orgulloso de que le llamaran con su mismo apellido.

    —Entiendo que hay cosas muy... complicadas de creer en el mundo. Yo incluso jamás creí que Yoon Gi pudiera montar a caballo, con el terror que les tiene a los animales y esa afición enfermiza por la pulcritud, pero mira, ahí están las fotografías en el recibidor de la quinta. Y pregúntale si no ama a Cornelia más de lo que me ama a mí.

    Jung Kook estaba divertido con la situación. De inmediato Yoon Gi le dedicó una mirada de desaprobación, no podía creer que se estuviera metiendo con Cornelia, exponiéndolo de tal forma frente a sus amigos y socios. Sin embargo, se quedó callado, satisfecho con la idea de que Jeon al fin se estuviera desenvolviendo en el negocio familiar, interesado, cauteloso y prudente, justo como lo había criado.

    —No estoy hablando de que el miedoso de tu hermano sepa o no sepa montar a caballo —dijo Nam Joon con la voz muy seria, parecía que de pronto fuera a contar el mayor secreto de la humanidad—. Estoy hablando de ese... el violinista, eh...

    —Tae Hyung, Kim Tae Hyung.

    —¡Ese mismo! —exclamó con suficiencia—, ese tipo se trae cosas muy oscuras. ¿Lo has escuchado siquiera? Esto se trata sin duda de un...

    —Oh, dios mío, van a empezar a hablar del violinista de nuevo —refutó Ho Seok, con el ceño fruncido ante la letanía que se avecinaba, como una sombra—. ¿Kookie, por qué no vas y le pides matrimonio de una santa vez?

    —Si pudiera lo haría —exclamó Jung Kook con suficiencia—. Pero no soy un descarado, me gusta ser más... sutil. Ay, Ho Seok, si pudiera... Sin duda me aventaría al mar para seguirle los pasos, pero esto es secreto, no soy más que un admirador como tantos que tiene en toda Europa. ¿No es esto lo que nos depara a los admiradores? Siempre observando sus maravillas sin obtener una pizca de su atención...

The Violin Sound 金 TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora