V. Mentiras Nocturnas

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     Ese mismo día, antes de que el Campbell Blank zarpara, ya había escuchado un par de comentarios malintencionados

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     Ese mismo día, antes de que el Campbell Blank zarpara, ya había escuchado un par de comentarios malintencionados.

     Acabada la presentación de la tarde, Tae Hyung observó a Seok Jin hablar con soltura entre los inversionistas de White Star Line. Había guardado su instrumento hacía un par de minutos y se lo entregó a Ji Min como era su costumbre, con la esperanza de terminar lo más rápido posible y así regresar a su camarote tal y como Seok Jin le había prometido esa misma mañana. Los observó reír, en la lejanía, suspirando profundamente por la charla que presentía, se avecinaba como una avalancha sobre su escasa paciencia. Entonces aquel rubio alto se dirigió hacia él, y lo condujo hasta los inversionistas, otorgándole una ligera mirada de “no pasará nada, estoy aquí”.

    A pesar de su disposición ante los planes de su representante, Tae Hyung no entendía lo que tenía que hacer un músico entre la gente del dinero. A Kim no le interesa en lo más mínimo, para eso tiene a Seok Jin, para encargarse de los contratos y para asegurarse de que él tuviese lugares para tocar. Sin embargo, en esta ocasión, el representante había insistido desde la mañana para que se “comportase” ante ellos. Por eso mantuvo la expresión impasible y se esforzó lo más que pudo en que su tono de voz fuese amable.

    Para su desgracia, nunca tuvo talento para la interacción humana, no cuando sabía perfectamente qué imagen les daba a las personas, no cuando las miradas juzgadoras se volvían agobiantes e incómodas para él; Por eso es que después de un par de intentos, se limitó a no hablar más de lo estrictamente necesario. Empuñó las manos y las soltó como un ejercicio de relajación, el entumecimiento amenazó con fiereza, al tiempo en que se esforzó en convencerse de que nada malo ocurriría consigo mismo.

    —Maestro —exclamó Seok Jin, si bien llegaron a su mesa en la sala para fumadores—, le presento a Sir Min Yoon Gi, el nuevo ingeniero de White Star Line. —El representante le mostró el camino hacia un hombre joven de mirada amable. Su blanquecina piel lo delataba como una persona de cuna noble, de esos que casi nunca han salido a trabajar para comprar el pan de la mesa. Aún con ello, no le pareció altanero, ni mucho menos descortés. Un poco más bajito que él, con el traje bien acomodado, le dedicó una tímida sonrisa amable y la mano extendida para saludarle como todo  un caballero—, él es el responsable de que este maravilloso navío nos vaya a transportar entre las enormes aguas del Océano Pacífico.

    —Es un gusto conocerlos, Min —exclamó Tae Hyung sin olvidar el protocolo, ni los buenos tratos. De inmediato ofreció la palma para saludar a los otros dos hombres que lo acompañaban, un chico pelirrojo de gran sonrisa y un moreno que le miraba muy serio entre los cenizos cabellos. Tae Hyung ya no puso atención en los acompañantes, para dirigirse al dueño del navío—, Seok Jin me ha hablado mucho de ustedes. ¿Son... dos, no es así?

    —Ah, disculpe, Kim. Mi hermano menor aún está en nuestra casa en Londres, bajará a Southampton mañana al amanecer. Me adelanté para charlar con usted, antes de abordar el Campbell Blank. Espero no le moleste hablar con solo el cincuenta por ciento de la compañía.

The Violin Sound 金 TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora