¿𝓠𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓼𝓸𝔂 𝔂𝓸?

III

Pov Dyrroth
Permanecimos cerca de unos arbustos para que nadie nos viera llegar, Selena continuaba riendo alegre mientras colocaba una trampa en el centro de la aldea para poder decirme lo que veía.

-De acuerdo, este es el plan. Yo atacare el lado izquierdo de la aldea, puede que haya niños, a Alice pueden serle de utilidad, mientras que tu te vaz a la derecha para llevar a otro mundo a los que quieran interferir.-dije haciendo una especie del mapa en el suelo para darle una mejor explicación.

Ella bufo,parecía estar inconforme con mis palabras pero aun asi no se animo a decirme nada. Que bueno que fue así

Ambos nos pusimos de pie y corrimos hacia nuestras posiciones acordadas, pero en un parpadeo Selena estaba a mi lado, ¡Eso no era parte del plan!

La vi lanzar a su mascota o no se que sea esa cosa comenzando a aturdir a una persona que parecia ser fuerte, solo nos quedaba improvisar gracias a ella.

Salí disparado en dirección a el para comenzar a atacarlo, fue en cuestión de segundos para que perdiera la vida, eso fuimos haciendo con el resto, hasta que uno se dio cuenta de nuestros movimientos por lo que iba a atacar a Selena aprovechando que estaba de espaldas.

-¡Selena! ¡Dejate caer al suelo!-exclame usando huelga abismal, justo en ese momento se inclino para no recibir el ataque, ya que era lento en cargar le dio el tiempo suficiente.

Mientras tanto el joven que lo recibió cayo al suelo muriendo de inmediato empapandonos con su sangre.

Fin del pov

-Fufu... Me salvaste-una pequeña risa salio de los labios de la elfa mientras se lanzaba a abrazarlo.

-Es ridículo, casi mueres por no seguir con el plan.

-Pero sigo viva~-dijo sonriente

-Por desgracia.

La menor siempre seguia al mayor por una simple razón, se sentía atraida por el claro que no eran sentimientos puros, los de ella se basaban en la posesión y amor enfermizo.

-Vamos por los niños-mencionó el príncipe acercándose a la ultima cabaña donde solo habían tres, probablemente los demas habian escapado.

Dyrroth pensaba que los salvaba llevándolos al abismo, a pesar de que era un orco tenia bondad, claro que no la mostraba por su orgullo y el peligro que correría.

El sabía lo que la menor sentía por el, pero el creía que no necesitaba amor romántico, lo único que necesitaba era ser escuchado, pensaba que solo asi descubriría quien era, pero ¿con quien lo haría?, en el abismo no había nada mas que hipócritas sonriendole por su puesto. Todo en ese sitio era una farza, pero el trataba de engañarse de que era real.

-¡Ey,ey!-exclamo la joven moviendo sus manos cerca del rostro del mayor, quien se había perdido en sus pensamientos.

El reaccionó y cargo a dos niños que no dejaban de sollozar, ya en todo el camino se fueron en silencio pues el mayor continuaba pensando en cosas sobre lo poco que recordaba.

Estaba dispuesto a todo por recordar, incluso corromper cada parte de su cuerpo si era necesario. Gracias a que había rechazado a las sucubos más hermosas del abismo comenzaron a suponer que el príncipe le gustaban los hombres, que probablemente no tardarían en aparecer.