IV

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El príncipe abrió los ojos de una manera brusca, miro por todos lados tratando de saber en donde se encontraba, finalmente lo recordo, como no habia perdido la memoria supuso que el incubo lo engaño. Eso le enfadaba.

dejo salir un pesado suspiro notando un cambio en su voz, era mas suave y no estaba distorsionada, se alertó de inmediato, sin pensarlo mas bajo su mirada hasta llegar a sus manos viendo que eran blanquecinas, al principio se asusto haciéndolo retroceder.

-Hah... ¿Que es esto? Es ridículo, esto es un sueño, no es posible que haya funcionado, ¿o si?

Camino saliendo del abismo notando la cantidad de árboles frutales que había en ese sitio, los colores tan hermosos y el canto de los pajaros, al fin encontraba agradable todo eso.

El menor estaba tan concentrado en saciar toda la curiosidad que actualmente tenía que no se habia percatado de que alguien lo observaba desde los límites del abismo.

-Siento un cosquilleo en mi estómago...

Dijo a la nada mientras caminaba hacia un lago, este permanecio en la orilla para mirar su reflejo, físicamente era un joven como de 18 años con resplandecientes cabellos rubios, acompañados por unos ojos azules como el cielo en mediodía. No habia rastro de sus colmillos y cuernos, cuando trato de dar un golpe con su cola esta se volvió humo negro, era un humano.

Ahora que sabia que el era un humano lo siguiente era buscar a su familia, estaba a punto de continuar avanzando cuando unas manos lo jalaron tirandolo al suelo. Al mismo tiempo en unos metros mas lejos se escucho el crujir de una rama, parecía como si otra persona estuviera escapando, solo pudo ver unos cabellos igual de rubios como los de el.

Volviendo con el menor que buscaba con su mirada a su agresor encontrándose cara a cara con el guardián del abismo; Terizla, este solo lo arrastro de regreso al abismo, mientras tanto el menor trataba de atacarlo, pero simplemente lo ignoraba.

Después de una caminata forzada lo solto ya estando de regreso en los límites del abismo, no lo entrego a Alice,eso era de sorprenderse.

-Si te vuelves alguien del imperio te mataré. Yo.... ahora no tendre con quien enttenar en el coliseo-finalmente el guardián del abismo hablo, el menor sintió el peso en las palabras ajenas.

-Yo no pertenezco aquí y tu lo sabes, me lavaron en cerebro- respondió el príncipe mirando como el mayor se sentaba en el suelo, por lo que el se acomodo para estar a su lado-Podríamos seguir haciéndolo aun estando en el imperio.

¿Cual era su relación?, básicamente entrenaban juntos, pero nada mas, al mayor siempre se marchaba al terminar sus batallas.

-No es eso-hizo una pausa pero esta vez las lágrimas se deslizaron por su rostro verdoso-Yo odio a todos los del imperio, si te vas allá serás una escoria más. ¿Quieres saber sobre ti?, yo te lo dire y después elegirás si realmente quieres ser parte de ellos.

¿Que le pasaba a Terizla?, el príncipe no entendía, solo sabia que odiaba a los del imperio pero no sabia el por que.

El mayor al notar el silencio del menor decidió hablar.

-Tu eres el hermano de Silvana, eres el príncipe de Moniyan. Tu nombre es Aurelius tercero-pudo ver el rostro confundido del príncipe, pero aun asi no se detuvo,queria desahogarse, no... El necesitaba hacerlo- ¡Odio a los del imperio! ¡Ellos mataron a mi gente! ¡Ellos me torturaron sin descanso!... Me arrebataron todo lo que más quería, solo por negarme a una de sus propuestas. Son codiciosos, si te vas allá también seras igual a ellos, ¿Que diferencia hay entre el abismo y el imperio?, en el abismo queremos vengarnos de algo, a Selena la sacrificaron y a mi me torturaron, ¿seguro que quieres irte?

Silencio.

No podía creer todo lo que le decía, parecía tan irreal. Estuvo pensando por unos segundos hasta que llego a la conclusión de que no quería ser parte de ellos, no sin antes sanar las heridas y el dolor que Terizla guardaba en su interior, habia escuchado que en sus días de guardia lloraba sin cesar, al fin entendía el por que.

El joven rubio a pesar de todo eso lo miraba conmovido, estaba muy emocional, estaba descubriendo las demás emociones a parte de la ira, justo ahora sentía un dolor punzante en su pecho, ¿a eso le llaman tristeza?, penso limpiando las lagrimas de su mayor para ponerse de pie mirando al frente.

-¡Yo soy Aurelius!¡El príncipe de la luz!

Ahora todo etsaba más que claro, el era la luz que conduciría a la victoria a los que fueron heridos por la codicia del imperio.

El nunca perteneció al imperio, probablemente el destino hizo que diera en el abismo por una sola razón, el era la luz que brillaría en la interminable obscuridad.

Miro a el guardián del abismo con una preciosa sonrisa, en su mirar se podía notar la determinación de el de menor estatura.

-Vengaremos a tu gente y a todo lo que te hicieron. No permitire que nadie lastime a mi gente, ahora tu eres de los mios.

Aquel camino de regreso al abismo, pero esta vez sin temor, el y todos los del abismo actuaban asi por que su mente estaba corrupta, sin embargo los del imperio estaban cuerdos y decidieron dañar a las demás personas.

-Yo conducire al abismo a la victoria, solo asi sus heridas sanaran.

Murmuró mientras buscaba a Alice, varios orcos trataban de lanzarse sobre el, sin embargo ahora contaba con su fiel guardián, que lo protegería al igual que al abismo.

Ahora se encontraba pensando en su siguiente plan, esta vez no dudaría en usar su apariencia de humano para usarlo a su favor.

Para el Silvana era una completa extraña, aún asi le daria la oportunidad de unirse a el, al igual que dos miembros de sus guardianes que portaban el nombre de los "LightBorn"

El plan "carmesí" comenzaría a ponerse en marcha en cuanto Alice vuelva a abrazarlo como la primera vez,aquella ocasión que nació Dyrroth. La única diferencia es que ahora abrazaría a Dyrroth y a Aurelius, ellos ahora eran uno solo

¿𝓠𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓼𝓸𝔂 𝔂𝓸?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora