Cap. 9

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  - ¡AAAAAH, NOOOO!. - gritaba el chico dormilón escapando de su padre el Genio. - ¡YO NO ME COMÍ TUS GALLETAS, FUE LA LOCA, LO JURO!. - siguió alborotando de pasillo en pasillo.

Tara un poco molesta por el alboroto tomó a los dos especimenes del cuello de sus camisas y los miro de forma aterradora.

  - ¿Qué está pasando aquí?.

  - La loca de Max se comió las galletas de papa y ella me echó la culpa.

  - ¡Lo qué sea que diga no es cierto!. - Gritó la rubia desde la sala.

  - ¿Y a tí qué?, ¿cuántos años tienes?.

  - Con MÍ comida, nadie se mete - se cruzó de brazos el ser mágico.

La vidente rodo los ojos y los soltó agregando que prepararan la mesa para el almuerzo, tendrían que comer bien para poder ir a los eventos.

Aunque durante el almuerzo, el brawler adormilado ni había tocado su comida, no dejaba de dar vueltas al tema de Carl. Creía que comenzaba a gustarle enserio, lo cual no era malo supusó. Pero aun estaba enamorado de León, era complicado y no sabía qué hacer al respecto. Nisiquiera sabía si quería hacer algo en realidad. Sólo quería dormir.

  - ¿Sandy, estas bien?. No has tocado tu comida, amor. - cuestionó Tara en tono preocupado, a lo que el nombrado le sonrió bajando de las nubes y comenzando a comer.

  - Si, lo siento. Estoy un poco distraído, es todo.

Aunque su madre no estaba convencida lo dejo pasar por ahora, podía hablarlo unos momentos antes de irse.

Dicho y hecho, mientras los demas ya habían salido en camino a los eventos, ella fue a la habitación de su hijo para hablar con el. Se le veía pensativo mientras observaba la pared lila cómo si fuera lo mas interesante del mundo.

  - Hijito.. - Llamó.

  - ¿Eh?, ah, mama. ¿Qué pasa?. - sonrió el ojivioleta. La mujer se sentó a su lado y tomó sus manos.

  - Tu sabes que te amo, ¿verdad?. Y también sabes que puedes contar conmigo para todo. - el menor asintió. -... ¿Quieres contarme qué pasa por tu cabecita hoy?, la verdad hace unos dias que te noto distraído.

Sandy bajo la cabeza con las mejillas sonrojadas, nunca había hablado con su madre de temas cómo estos. No lo creyó necesario.

Pero tal vez tenía razón, tal vez ella podría ayudarle a arreglar su cabeza y tener una vista mas clara. Era su madre despues de todo, ¿no?. Con un gran suspiró procedió a hablar.

  - Bueno... Todo empezó cuando llegué aquí, cuando León y yo...

Al cabo de unos minutos había podido contarle todo lo pasado desde sus sentimientos por León hasta la reciente atracción por Carl.

  - Y... No lo sé, en parte se qué necesitó olvidar a León y se qué Carl me quiere... Pero despues del besó, mi mente sólo alucina alrededor de eso y me dice que tal vez tenga alguna oportunidad. ¿Qué debo hacer?. - preguntó con miedo, su madre en cambió mantenía una expresión amorosa y comprensiva.

  - El amor es un juego muy complicado de jugar, cariño. Las cartas pueden darse vuelta en solo unos segundos y cambiar la partida de forma drástica. Opinó qué en esta situación necesitas preocuparte mucho mas por tu bienestar. A veces las cosas no salen como queremos, por eso estoy con tu padre. - reflexionó haciendo reir a su hijo. - Pero quizá lo que necesitas no es lo que quieres, quizá lo que estas buscando este dentro de otro corazoncito. No te aferres a lo que te lastima, amor. Todos nos merecemos a alguien qué nos haga feliz siempre, por eso también estoy con tu padre. - reflexionó otra vez riendo.

﹘   ⃝𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐘𝐎︖ ﹖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora