Capítulo VI

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—¿Por qué lo tratas como la mierda si te gusta? —preguntó serio, como quien habla con un amigo íntimo de algo importante.

—No tienes idea de nada, así que no hables. —MinSeok cortó la carne con suavidad.

Para ese momento a BaekHyun le dio igual donde estaba o lo que hacía el contrario. Como el joven sabelotodo que creía ser, le gustaba indagar en la vida de los demás y aconsejarles como si tuviera razón en todo.

—No sé nada. Por eso pregunto.

El chico se quedó en silencio, con la mirada fija en la extremidad.

—Me gusta —susurró el otro con suavidad, como si lo tuviera asumido, pero lo decía por primera vez en voz alta—. Sin embargo, es un maldito bastardo.

—¿Alguien aquí no lo es?

MinSeok le envió una rápida mirada—. JongDae es distinto. Es como el bastardo supremo. No por nada lo pusieron de jefe.

—No veo que contigo sea un mal tipo.

—BaekHyun —llamó el rubio, obteniendo de su parte unas cejas alzadas—, no quiero hablar de esta mierda contigo.

Se encogió de hombros, como si el tema le importara tres hectáreas de verga cuando en realidad lo mataba la curiosidad. Tragó con dificultad, se echó hacia atrás y cruzó los brazos sobre el pecho. Nuevamente fue consciente de lo que estaba sobre la mesa.

—¿De verdad eso es...? —le costó decirlo, así que calló en espera de que el contrario continuara la oración.

—¿Carne humana? —dijo el tipo con simpleza, como quien hablaba de manzanas.

—Ajá. —MinSeok en respuesta solo asintió, tan desinteresado que a BaekHyun le dio escalofríos—. ¿Cómo pueden hacer esta mierda? ¿Cómo no te da asco? O sea, eso podría ser un trozo de tu madre.

—Primero que todo, soy huérfano de madre. —El hombre pasó el cuchillo con fuerza sobre la carne, como si el tema lo incomodara—. Segundo, todo lo que hay aquí es mierda. No sé por qué te sorprende.

—No estamos hablando de cualquier cosa, MinSeok. Es un cuerpo humano.

—Hay mucha gente que pagaría una fortuna por esto. —El rubio ordenó los trozos fileteados a un lado—. Simplemente somos un negocio que intenta cubrir la demanda.

—Entonces, ¿hay más?

—Tenemos un contenedor repleto y casi todos los días llegan cuerpos.

Pestañeó varias veces, aturdido por la información.

—¿Llegan? ¿Así como así vienen a tocar tu puerta para que los rebanes?

—Algunos llegan así. —El tipo soltó una suave risa, como si el tema le pareciera cómico—. Sin embargo, la mayoría los traen los chicos de las distintas áreas. Simplemente llegan.

—De verdad se toman esta mierda en serio. —Tomó aire en el intento de que las cosas se aclararan dentro de su mente.

—BaekHyun —susurró el tipo suavemente, como si le hablara a un niño pequeño—, generalmente los recién llegados quedan en shock. No hablan por unos días y luego se la pasan llorando y gritando. —MinSeok guardó silencio por unos segundos, como si esperara que comprendiera por dónde iban los tiros—. Eres extraño. Lo ves todo como si fuera lo más normal del mundo y te mantienes así, como un hijo de puta confiado que lo único que hace es preguntar.

—Estudio casos policiales. Por supuesto que sé esta realidad —respondió con la voz dura, molesto porque lo llamase «hijo de puta»—, pero es distinto estar aquí, de frente, viviéndolo.

Infamia • || ChanBaek || [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora