Infamia • || ChanBaek || [Corrigiendo]

Capítulo VIII

No recibió respuesta de parte del pelinegro y supuso que este no lo escuchó por tener esa cosa cubriéndole las orejas. Se acercó más al chico y se puso a su lado. Supo que ChanYeol lo vio porque este le envió una rápida mirada. Esperó que luego de disparar el tipo le prestara atención, pero este no lo hizo y en vez de eso solo caminó lejos de él, como si quisiera prepararse para apuntar a otro blanco. Aquello lo descolocó y lo llevó a caminar con paso rápido hacia el tipo. Una vez que llegó a su lado le quitó las orejeras de un tirón, llamando por fin su atención.

—¿Qué quieres? —preguntó el otro escuetamente, sorprendiéndolo.

—¿Qué? ¿Eso es lo único que me dirás? —ChanYeol ni siquiera le prestó atención y revisó el arma para cambiar el cargador—. ¿Me estás jodiendo?

El tipo suspiró—. Ve a molestar a otro.

Su ceño se frunció y su mano se hizo puño a pesar de que no tenía fuerza para mantener los dedos en esa posición. El cuerpo le dolía por completo y de energía le quedaba prácticamente cero, pero aun así se dirigió a ese lugar con cierta esperanza de sentirse bien recibido por el otro.

—¿Qué mierda te pasa?

Obtuvo la mirada de ChanYeol y notó la curita que le cruzaba la nariz junto con el parche que tenía sobre el pómulo izquierdo. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue el contorno morado y verdosos que se formó debajo del ojo del tipo.

—Maldición. ¿Qué te hicieron?

—Vete de aquí, BaekHyun. Quiero estar solo.

Quedó petrificado ante las palabras del contrario y simplemente dejó que este se fuera hacia otro blanco, alejándose considerablemente de él.

Una vez que recuperó la razón gritó—: ¡Pero eres mi dueño!

ChanYeol detuvo por completo sus movimientos y quedó estático con la pistola apuntando hacia el blanco. El tipo lentamente bajó el arma y caminó hacia él.

—Ya no soy tu dueño, BaekHyun, así que puedes irte.

—Mentiroso —susurró, sin creer lo que dijo el otro.

El chico se detuvo, pero no volteó a mirarlo—. Vete, por favor. Quiero estar solo.

Frunció el ceño, molesto, pero, por sobretodo, herido. Pensó en caminar en dirección hacia el chico, pero solo logró dar un paso antes de retractarse, dio media vuelta y se dirigió hasta donde estaba JongDae y MinSeok, quienes hablaban entre ellos, al parecer ignorando todo lo que sucedió con él y su dueño.

—¿Por qué ChanYeol ya no es mi dueño? —preguntó una vez que llegó frente a los dos tipos, sorprendiendo a estos con su interrogante—. ¡Respondan!

—Hey, no grites —dijo MinSeok con suavidad—. Fue una decisión que ChanYeol tomó.

—¿Tomó sin mi consentimiento?

—No es como que si debiera preguntarte de igual forma —acotó JongDae, haciéndolo sentir más mierda si es que aquello era posible.

—¿Es por lo que pasó con YiXing? —preguntó con dificultad, sintiéndose herido por una razón que de seguro no tenía ningún tipo de fundamento coherente, pero de alguna manera BaekHyun no quería estar en segundo lugar en ningún caso, menos aún si se trataba de ChanYeol.

No llevaba ahí mucho tiempo, pero el primero que le dio una sonrisa sincera fue ese tipo, haciéndolo sentir confiado e incluso cómodo; le dio aunque fuera una mínima ilusión de que no pasaba por todo ese sufrimiento solo. Sin embargo, ahora que estaba ahí, con el tipo dándole la espalda, se sentía completamente herido y desamparado, con ganas de ponerse a llorar y largarse a casa como a quien le rompen el corazón en la primera cita, cosa sumamente estúpida porque BaekHyun no tenía quince años ni estaba enamorado de ese hijo de puta.