La habitación tenía armas por todos lados, detrás de las vitrinas, colgadas en las paredes e incluso en el techo; supuso que era donde guardaban las mierdas que usaban. En una de las esquinas del lugar, en la parte inferior, había un gran arco blanco empolvado. Lo tomó sin preguntar y se acercó al mesón que estaba al final del sitio, donde guardaban las provisiones.
—Dame flechas —exigió y se ganó unos ojos bien abiertos del chico que estaba detrás del mesón.
—ChanYeol... —susurró el tipo sin quitarle la mirada a BaekHyun.
¡No soy el chico de ChanYeol!, quiso gritar, pero fue él quien dijo que quería volver a estar junto al alto en primer lugar.
Ni siquiera volteó a mirar cuando el brazo de ChanYeol rozó el suyo.
—BaekHyun, no puedes tomar esto. ¿Siquiera sabes usarlo?
—¡Dame las putas flechas!
El tipo del otro lado del mesón se movió con rapidez a la habitación que tenía detrás y volvió con un carcaj lleno de flechas. BaekHyun tomó el objeto sin decir nada y salió del lugar con apuro.
—¡BaekHyun, te estoy hablando! —gritó ChanYeol por detrás de él.
Se detuvo, pero no volteó. Era su dueño después de todo, debía obedecerle. Ese maldito pensamiento lo dejó estático y sintió con los dedos la pequeña picadura sobre el material del arco. Se movió rápido para salir de ahí, para huir de sus pensamientos y olvidarse de que estaba metido en toda esa mierda. Ya atardecía, así que en el campo de tiro no quedaba mucha gente.
—Mierda, te estoy hablando. —ChanYeol lo tomó del codo sano y lo giró con brusquedad.
Se encontró con sus ojos de inmediato y sintió muchas ganas de abrazar al tipo y ponerse a llorar sobre su hombro en un intento de buscar consuelo ante lo que acontecía. Sin embargo, no lo hizo, no podía hacerlo, aunque quisiera.
Se soltó del agarre y tomó la primera flecha, poniéndola en la posición adecuada. Sus brazos se elevaron y adquirieron la postura correspondiente, por lo que su hombro dolió como la mierda y ante ello soltó un quejido. La tela le apretó la herida.
—Te enojaste conmigo porque reabrí la herida y ahora volverás a hacerlo, imbécil —espetó ChanYeol con evidente molestia, cosa que llamó la atención de los presentes, quienes se detuvieron a mirarlos. BaekHyun sospechó por qué.
Por lo poco que conocía a ChanYeol, este no era un sujeto que se enojaba con facilidad y, generalmente, se comportaba muy serio y sereno con la gente, pero en ese momento BaekHyun lo sacó de sus casillas y por él que el tipo se jodiese.
Dejó caer las cosas sobre el pasto y tomó el inicio de su camiseta para sacársela. A pesar del intenso dolor que eso causó, no dijo nada y la dejó en el suelo. Una vez listo volvió a equiparse con las cosas. En ese momento las personas a su alrededor cuchichearon y en su mayoría fueron mierdas. A BaekHyun podían decirle lo que quisieran. Ahora solo había furia en él.
Tomó el arco y posicionó la flecha, sintiéndose más cómodo ante la falta de opresión de la ropa. La herida dolía, pero era soportable y estaba acostumbrado a utilizar su brazo izquierdo para sujetar el arco, así que simplemente debía mantenerlo quieto.
Apuntó el blanco y soltó la flecha. Una pequeña llamarada de calma nació en lo profundo de su pecho cuando dio en la cabeza de la figurilla. Caminó hacia el lado y acomodó la segunda flecha. Algunas personas estuvieron pendiente de él y ningún disparo se escuchó en ese momento.
Soltó la segunda flecha, luego la tercera, la cuarta y la quita. Se movió con calma de un lado a otro mientras daba en el blanco y, una vez que no tuvo más flechas, bajó ambos brazos, adolorido. Escuchó un aplauso por detrás de él, encontrándose con JongDae sonriendo a unos pocos metros.
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Infamia • || ChanBaek || [Corrigiendo]
Fanfiction|•| Sin siquiera proponérselo terminó formando parte del lado infame del mundo; algo oscuro, morboso y ajeno a la vida normal que llevó hasta ese momento. Desagradable, putrefacto y repugnante. No obstante, ese lado infame no esperó encontrarse con...