—Se quedarán aquí a partir de ahora.
Miró a su alrededor y se encontró de frente con los grandes ventanales que dejaron ver un manto negro a lo lejos, el cual no le costó identificar como el mar debido a la luz lunar que había en el sitio, dándole un aspecto tan romántico que BaekHyun deseó estar ahí con algún novio y no con esas mierdas.
—JunMyeon, quédate con esos tres. El resto venga conmigo.
BaekHyun estuvo tentado a decirle a YiFan que a quiénes mierda se refería de todos los que estaban ahí, pero al parecer fue el único que no comprendió, porque todos comenzaron a moverse. Solo quedó él, Tao, el jefe y un chico alto y moreno en el salón principal de la gran vivienda.
—Tomen asiento. —JunMyeon ya estaba sentado en uno de los grandes sofás de color crema mientras les sonreía.
Observó a Tao, quien también le envió una mirada y ambos se sentaron uno al lado de otro frente a la vista de los ventanales. El otro chico se sentó al lado de Tao un poco después.
El lugar era inmenso, con paredes blancas en un estilo minimalista y con muchos cuadros abstractos por todos lados.
—¿Dónde estamos? —se atrevió a preguntar y sintió como si pasase nuevamente por el primer día del secuestro.
—No puedo decirte eso, cariño.
Bufó y no se atrevió a tirarle alguna mierda al castaño, porque este mantuvo esa sonrisa agradable e incluso acogedora.
—¿Por qué estamos aquí? —Esta vez la pregunta la hizo Tao.
BaekHyun apoyó la espalda contra el sofá y se cruzó de brazos con el cuerpo cansado al haber estado tenso durante el viaje. Todo estaba oscuro cuando salieron del edificio, así que luego del beso —si es que se le podía llamar así— él no hizo más que apegarse a la puerta del vehículo y dejar la mirada fija en el exterior, el cual consistía mayormente en árboles muy altos y frondosos. En ese momento no tuvo ni puta idea de dónde estaba. Poco después se quedó dormido con la cabeza contra el vidrio y no despertó hasta cuando ingresaron a la propiedad, encontrándose nuevamente con más árboles y el sonido del mar. En ese momento se maldijo a sí mismo por dormirse, dado que imposibilitó saber por dónde pasaron.
—No deberían preocuparse por eso, chicos.
Guardó silencio y optó por mantener un bajo perfil, simplemente ser oyente de la conversación de los demás. Entre sus manos balanceó suavemente el arco y miró el objeto hasta que escuchó que una puerta se abrió, lo que hizo que sus ojos se dirigiesen a su derecha, donde salió KyungSoo junto a MinSeok y SeHun, el chico mierda que conoció el primer día.
—Ven conmigo —dijo el doctor sin dirigirle la mirada a nadie y pasó de largo, dirigiéndose hacia la escalera.
BaekHyun pensó que el tipo se volvió loco o algo así, pero el moreno que estaba sentado junto a ellos se puso de pie y siguió al bajito rápidamente. Pareció un perrito faldero detrás de su amo.
—¿Y eso qué mierda? —No pudo evitar soltar a modo de susurro sin apartar la mirada del lugar donde desaparecieron los otros dos.
—Es el nuevo chico de ChanYeol. —Dirigió la mirada a MinSeok, quien estaba detrás del respaldo del sofá. El tipo le sonrió burlón al verlo—. O lo iba a ser. —Le hizo un gesto con la cabeza—. Sígueme.
Se movió con lentitud, inseguro. Tomó sus cosas y caminó detrás del tipo, quien subió las escaleras y abrió la primera puerta que estaba a la derecha, dejando ver una amplia habitación con vista al mar.
BaekHyun pasó muchas vacaciones mirando al mar, ya recorrió cada uno de los océanos. No obstante, cuando estuvo ahí, a tan solo un paso del gran vidrio que daba de lleno con aquella vista, sintió una calidez extraña nacerle desde dentro del corazón. Solo en ese momento se dio cuenta que esa podría ser su última oportunidad para ver el mar.
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Infamia • || ChanBaek || [Corrigiendo]
Fanfic|•| Sin siquiera proponérselo terminó formando parte del lado infame del mundo; algo oscuro, morboso y ajeno a la vida normal que llevó hasta ese momento. Desagradable, putrefacto y repugnante. No obstante, ese lado infame no esperó encontrarse con...